La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias respalda el cultivo del café en La Palma con la organización de un curso de formación práctica orientado a recuperar su producción en la isla. El director general de Agricultura del Ejecutivo canario, César Martín, explicó que esta actividad, que se celebró el pasado fin de semana en Gran Canaria “responde a las peticiones de la Asociación de Productores de Café de La Palma, que trabaja para promover esta producción y estaba muy interesada en conocer sobre el terreno las experiencias de éxito que se desarrollan en Agaete, con el objetivo de seguir este modelo adaptándolo a las particularidades de la isla para recuperar el cultivo”, se informa en nota de prensa.
Una decena de agricultores han participado en esta iniciativa que se desarrolló en la Finca-Escuela Los Castaños, en la localidad grancanaria, y que comprendió una serie de actividades formativas y demostrativas sobre su cultivo y proceso de transformación impartidas por Antonio Márquez, gerente de esta instalación, en la que se abordaron aspectos vinculados a las variedades de café, control de la fermentación, tueste, etc., y que incluyeron también prácticas de cata de este producto.
César Martín destacó que esta acción, que cuenta con fondos del Programa de Desarrollo Rural (PDR) que gestiona esta dirección general, “contribuye a fomentar la diversificación de cultivos y la producción de cafés especiales y exóticos, como producciones de calidad para un nicho de mercado más exclusivo que ofrece nuevas oportunidades de negocio a nuestros productores y que, en definitiva, promueve y fortalece nuestro sector primario”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Productores de Café de La Palma, Eduardo Brito, destacó “la sensibilidad de la Consejería con este grupo cafetero y su formación, a través de esta actividad, que ha sido muy intensiva y enriquecedora para todos”.
El café fue introducido en las Islas Canarias en 1788 a raíz de la creación del Jardín de Aclimatación de La Orotava, popularmente conocido como Jardín Botánico de Puerto de La Cruz, en Tenerife, y desde aquí dio el salto al valle de Agaete. Aunque se cultivó en la mayor parte de la isla de Gran Canaria, el café de Agaete fue considerado como el mejor debido a las condiciones climáticas en las que se cultivaba. Hasta mediados del siglo XX se mantuvo su producción, posteriormente la caída de los precios favoreció la producción de otros cultivos, pero se continuó cultivando por tradición en pequeñas cantidades para el consumo familiar.
En La Palma hay constancia de referencias escritas desde, al menos, mediados del siglo XIX, y fue uno de los productos que la Sociedad Económica de Amigos del País envió a la Exposición Universal de París de 1867, hace ya 150 años. El café en la isla se ha venido cultivando durante todos estos años para autoconsumo y elaboración de licor. La mayoría de las plantas existentes han sido traídas por emigrantes retornados, primero de Cuba y más tarde de Venezuela, y ocupan, de forma aislada, los borde de algunas parcelas dedicadas a otros cultivos.
El café que se cultiva en Agaete es de la variedad typica. Su cultivo se abandonó en muchas zonas por su baja productividad pero últimamente se ha vuelto a recuperar por sus virtudes ya que se caracteriza por la excelente calidad de sus semillas y por la flor que crece de esta planta, muy parecida al jazmín, que además tiene un agradable aroma. Dulce y afrutado, muchos expertos valoran y aprecian el café de esta zona, cuya producción se estima en torno a los 1.500 kilogramos, aunque se espera llegar a los 6.000 próximamente. El interés por este producto sitúa el precio del kilo en torno a los 50 euros.