El presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (Aspa) asegura que “un empaquetado de plátanos más en La Palma es insoportable”. Martín, en compañía de otros miembros de la junta directiva de esta organización agraria, mantuvo una reunión con los directores generales de Agricultura y Aguas del Gobierno de Canarias, César Martín y Juan Ramón Felipe, respectivamente, en la que se abordaron diversos temas que en este momento preocupan en relación con el sector primario insular.
En este sentido, Aspa ha solicitado al Gobierno de Canarias que “no destine ni un euro de dinero público a la construcción o modernización de nuevos empaquetados que lo que suponen es incrementar los costos de procesado de la fruta, costos que siempre recaen sobre el precio que recibe el agricultor por la fruta producida y reducen la rentabilidad de las explotaciones”.
“Basta ya de confundir al agricultor con falsas expectativas y con aventuras que se han demostrado no dan respuesta a los problemas del sector, todo contrario, crean más división y cargas cada vez más insoportables”, manifiesta Miguel Martín.
“Hay que concentrar para ser competitivos, es lo que proponen las distintas Administraciones Públicas o el Informe B-Ideas para la Sostenibilidad Comercial del Plátano presentado en el año 2007, documento que recoge como gran debilidad del sector la fuerte atomización de la estructura comercial y al que se apela interesadamente sólo cuando el sector sufre momentos de crisis por el bajo nivel de precios que recibe del mercado”, dice.
“Instamos a los representantes del sector platanero a proponer al Gobierno de Canarias los criterios para acceder a las ayudas destinadas a la modernización de empaquetados y parar así los desmanes egocéntricos de algunos que olvidan el carácter, no sólo económico, sino social de este sector para La Palma”, señala.
Tras esta reunión y según la información recibida en materia hidráulica, Aspa también se dirigirá al presidente del Gobierno de Canarias para solicitarle “la declaración de emergencia para concluir a la mayor brevedad la Balsa de Vicario y las conducciones que permitirán su llenado, tras el abandono de las obras por el concurso de acreedores de la empresa adjudicataria”.
“Esta obra estratégica dentro del anillo hidrológico insular y fundamental para la agricultura por la persistente falta de lluvias, tendría que haber concluido en el año 2012 pero a día de hoy, tras diversas vicisitudes, ha sido imposible y ya es hora de que una inversión tan importante se ponga a disposición de los usuarios”, afirman.