El Gobierno de Canarias quiere impulsar una denominación de origen del aguacate producido en Canarias y también para manejar “con cuidado” el crecimiento “tan grande” de este producto.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alicia Vanoostende ha reconocido este viernes en la comisión parlamentaria del área que la demanda regional de aguacates se está cubriendo y que, por lo tanto, el Ejecutivo prevé evitar una “sobreoferta” y una escasez de importación, factores que provocarían una bajada de precios y poca rentabilidad productiva.
Este crecimiento positivo es “un arma de doble filo” para la consejera, quien ha indicado que la creación de un indicador geográfico protegido (IGP, denominación de origen) para el aguacate canario, dotado ya con partidas económicas en la ley de Presupuestos autonómicos del año próximo, puede unir en una asociación a las organizaciones productoras de aguacate canario, similar a la Asprocan del plátano.
Todo ello para que el aguacate del Archipiélago, de calidad “superior” al peninsular, ha dicho Vanoostende, garantice unos estándares de calidad que defiendan la marca del producto, se exporte y se diferencie mejor, y se maneje así “con cuidado” el aumento de la demanda de esta fruta.
“Es fundamental que no nos pase lo mismo que en la década de los ochenta, cuando hubo otro boom del aguacate que acabó en fracaso. Mi padre tuvo una finca de aguacates y entonces lo pasamos muy mal, fue algo histórico en mi casa”, ha advertido Alicia Vanoostende.
Un cultivo que es “sencillo” de manejar, de costes productivos relativamente bajos y que ha sufrido hasta ahora pocas plagas, para un producto que “se está poniendo muy de moda”, en opinión de la consejera.
Por otro lado, Alicia Vanoostende ha respondido a la pregunta presentada por el diputado de Sí Podemos Canarias Francisco Déniz en torno al control por ley del uso fraudulento del término “guachinche” con que es “fundamental” la lucha coordinada con Cabildos contra este tipo de fraude, dado que las competencias “reales” sobre este asunto pertenecen a los gobiernos insulares.
La Ley 6/2019, de 9 de abril, de Calidad Agroalimentaria distingue a los guachinches como establecimientos de restauración propios, donde se comercializa temporalmente el vino “de cosecha propia”, y establece que los negocios que usen ese término sin cumplir dicha característica, entre otras, deben de “cesar en su uso”.
“Nosotros podemos coordinarnos con los Cabildos y forzarles a aplicar un mayor control en aras de proteger al sector y a esas explotaciones agrarias que han creado los guachinches para complementar sus explotaciones vinícolas”, ha apostillado Vanoostende.
Francisco Déniz ha elogiado por su parte el modelo de negocio de los guachinches porque, en su opinión, gente con entonces escasas rentas y sin grandes inversiones en estudios de negocio dio una lección de “verdadero emprendimiento” al crear un sistema económico que ampliase sus ganancias y preservase de paso la gastronomía del archipiélago.
La consejera ha destacado asimismo la importancia que el Plan Forrajero de Canarias tiene en la disminución de los costes de explotación del ganado, una estrategia de “gran demanda” como demuestra, a su juicio, que las partidas destinadas en el Régimen Específico de Autoabastecimiento (REA) para el aumento de los contingentes de cereales y forrajes se agotasen con rapidez.
Según Vanoostende, esta oferta de abastecimiento deberá por lo tanto “ampliarse” y coordinarse con los gobiernos insulares en los próximos años para que redunde en una mayor calidad de avenas, pajas y cebadas y también para que la huella ecológica se preserve en unas medianías y zonas de pastoreo “bien dotadas” que son “paisaje” y “protección frente a incendios”.
En cuanto a la influencia de la subida de aranceles de Estados Unidos en las bodegas canarias, la consejera ha reconocido que “afecta” al sector ya que, entre otros motivos, el mercado norteamericano es “muy interesante” para saltar a otros porque funciona como “un escaparate”.
A la consejería le consta, eso sí, que la mayoría de bodegas de las islas ya han negociado una rebaja en los precios de venta en Estados Unidos, de manera que éstas asumirán un 10% del incremento total de los aranceles (de 25%), y el importador asume el resto (15%) para no perder “competitividad” en el mercado.
“Seguimos pendientes de las propuestas de la Sociedad Canaria de Fomento Económico (Proexca) para ver qué acciones son mejores para el sector en estos mercados, y hemos dotado un presupuesto de casi 300.000 euros más para promocionar los productos canarios en el exterior en 2020”, ha añadido Vanoostende.
Además, el pleno de la comisión ha aprobado una proposición no de ley que ha presentado el grupo popular para impulsar “ayudas extraordinarias” que compensen las pérdidas económicas por la alta incidencia de la polilla guatemalteca y un protocolo para su eliminación.