El presidente de la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita y profesor del Departamento de Economía de la Universidad de La Laguna (ULL), Carlos Fernández, ha asegurado a este periódico que “la ocupación en turismo rural en los días de Semana Santa se ha visto determinada por las nuevas normas de gestión de la pandemia que restringe la movilidad”. “De una ocupación inicialmente prevista dos semanas atrás superior al 85% nos encontramos en una ocupación que no alcanza el 45%, con un volumen alto de cancelaciones los últimos días”, subraya. “Este turismo tenía una procedencia principalmente canaria y en menor medida de península. Existe una demanda además minoritaria de turismo internacional. En la práctica se están recibiendo reservas de corta duración de turismo local, de más corto de lo habitual en turismo canario y peninsular, apreciándose una mayor duración de lo normal en las procedentes de turismo internacional”, detalla.
“La demanda de posibilidades de teletrabajo se ha incrementado considerablemente, contando con establecimientos que han incorporado prestaciones de fibra óptica como servicio en los establecimientos, en los cuales la gran mayoría dispone de conexiones ADSL, y por tanto condiciones para la práctica del trabajo remoto. Este tipo de reservas irrumpen con notoriedad, encontrándose una demanda no mayoritaria pero significativa de opciones de teletrabajo con estancias algo superiores a lo habitual por turistas peninsulares y extranjeros”, asegura.
“Los aspectos de atención sanitaria son una de las principales preocupaciones en la gestión de los establecimientos, lo que ha llevado a la implantación de un protocolo muy cuidadoso, y a disponer como seguridad en estos alojamientos de 24 horas de margen entre una salida y la siguiente entrada, lo que repercute en costes adicionales de gestión.