Captan una insólita imagen del 'rayo verde'

El lejano infinito, desde La Palma, se ve más cerca. Dos aficionados a la astronomía, Carmelo González y José F. Arozena, han conseguido cristalizar una insólita imagen azulada del extraño fenómeno óptico, sumamente difícil de contemplar, conocido por el rayo verde. La limpia y transparente atmósfera de la Isla, en una mañana extraordinariamente limpia, ha permitido inmortalizar el fugaz y sorprenden destello que irradia el sol cuando se asoma o esconde por el horizonte.

Desde hace diez años, José F. Arozena, sube a la montaña para ver el rayo verde y, según reconoce, “esta ha sido la primera vez que lo pillo en una foto y en un vídeo”. El acontecimiento tuvo lugar, cuenta, el pasado domingo en un punto de la cumbre situado entre El Roque de Los Muchachos y Pico de La Cruz.

“El amanecer de una fría mañana de invierno”, explica, “nos dejó ver un Sol que apareció por detrás del pico del Teide, el gran volcán de Tenerife”. En el vídeo, detalla, “se puede apreciar, un tímido rayo verde-azulado, un fugaz destello que captaron nuestras cámaras que no hacen justicia a la grandiosidad del alba de aquella jornada que nos permitió contemplar un magnífico rayo verde”. Señala que “antes y después de aquel magnífico amanecer hicimos algunas fotos” que se pueden ver en http://vaya-usted-a-saber.blogspot.com.es/2013/01/rayo-verde-amanece-sobre-el-teide.html y el video con el muy fugaz y sutil rayo verde en https://vimeo.com/57708400. En facebook está en https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10200233072090197.196345.1254434308&type=1

El rayo verde es un fenómeno óptico que puede verse en ciertas condiciones en el momento en que el sol aparece o desaparece en el horizonte del mar. “La luz del Sol, cuando despunta, no es verde; en los instantes iniciales, en una brevísima fracción, es azul”, señala Arozena. “Luego es verde y, seguidamente, lo inunda todo de color naranja”. Esa es la secuencia que, aunque la repite cada día, resulta complicado de vislumbrar debido a que, para ello, el cielo debe estar completamente despejado y reluciente.

José F. Arozena explica que el rayo verde “es más difícil de ver al amanecer que al atardecer”. Al alborecer, dice, “no sabes exactamente por dónde va a salir y solo dura un instante”. Sin embargo, en el ocaso, “lo vas siguiendo y estás preparado para ver el momento en que se esconde y, sobre todo, el sitio justo por donde lo hace”.