Manolo, te dedicamos
esta breve poesía,
una sentida elegía
porque tu falta lloramos.
Los canarios lamentamos
la ausencia de tu figura,
que enalteció la cultura
sabia del pueblo canario
con humor extraordinario
siempre lleno de cordura.
Jócamo, 9.II.2023
NOTA: Se nos ha ido el gran sociólogo del humor canario. Manolo Vieira ha sido algo más que un reconocido humorista, que supo captar como nadie el sentir popular del pueblo canario. Sus soliloquios eran geniales. Daba lo mismo que a Carmelito se le desparramaran las manzanas en la curva de Jinámar, que el “echado palante” de su cuñado llegara tarde para ir a comer, más lejos que el carajo al pie del roque Bentayga. Escucharle contar al marido, como la mujer estibaba la furgona para ir de mudada para el sur, con la lata de aceite La Giralda, sobre la cabeza del chiquillo (había que llevar todo, porque en ese sur todo está caro), solamente era superado por el quejumbroso ronroneo de la guagua subiendo las cuestas de Juncalillo y las mujeres de pañuelo negro santiguándose en asiento de atrás: ¡Ay señor, qué no llegamos!
Manolo, hoy has cambiado el huso horario de verdad, como cuando ibas para Mogán por la vieja carretera de tierra...
Te vas con una sonrisa, “más feliz que el carajo” y nos dejas con los chiquillos desinquietos, a los que tú tan bien sabías amansar con un cariñoso: “póngase quietos, coño... ya está bien”.
Te vas, pero aquí dejas tus inolvidables historias.
Descansa en paz, don Manuel.