El volcán dará que hablar
mucho tiempo todavía,
en prosa y en poesía
hay mucho que comentar.
Hoy decidimos parar
y aliviar el pensamiento
del pesado sufrimiento
durante meses vivido.
Es imposible el olvido,
pero no el distanciamiento.
Jócamo, 2.XII.2021
Nota: Tajogaite, el último volcán de Cumbre Vieja, ha supuesto un hito en la historia de las catástrofes de La Palma. Han sido tres meses amargos, marcados por la impotencia frente a un fenómeno natural incontrolable. El fin de la erupción acaba con la incertidumbre, pero no con las secuelas ambientales, sociales y económicas del volcán.
Desde una perspectiva antrópica ha terminado la fase destructiva y arranca la constructiva, la denominada fase de “reconstrucción”. Desde una óptica natural, paradójicamente resulta al revés, concluye la constructiva y comienza la destructiva.
Social y políticamente no se entiende así, por más que se manosee y se abuse del concepto de sostenibilidad ecológica.
Tras dar por concluida la primera fase, optamos por un periodo de reflexión, para distanciarnos de los hechos y tratar de analizarlos con prudente perspectiva. Olvidar lo sucedido es imposible; reclamar tino y prudencia, recomendable.