Hay de todo en la viña del Señor y hay opiniones para todos los gustos y disgustos, y como decía el gran Groucho estos son mis principios si no te gustan tengo otros, que me parece la mejor definición del relativismo moral. El humor dispara bien sin mirar a quien o aburre. El otro día alguien preguntaba por qué era más verde el este que el oeste y después de hablar de alisios y demás, alguien dijo que la mayoría de árboles estaban en la vertiente este pues venían huyendo de la calufa del oeste, bueno, árboles hay bastantes, incluso creo que hay árboles en lista de espera a ver si aparece un huequito en el bosque, pues no caben más, en plan Seguridad Social. Un amigo dice que Einstein era palmero, pues en La Palma las cosas son más relativas que en otros lugares. Ahora veo que vulcanólogos del Involcan exigen rigor informativo y demás en las noticias sobre nuestro Tajogaite, y sospecho que son los mismos que antes de la gran fogalera decían que iba a ser la cuarta parte del Teneguía y había un 20 por ciento de posibilidades de erupción, además de tener el semáforo en amarillo cuando estallaron los fuegos artificiales del subsuelo. Y es que el rigor informativo y científico va por barrios, cada cual lo condimenta como puede y lo comprendo, una vez más recuerdo la anécdota que atribuyen a Carracedo en los bares de Fuencaliente, lugares por cierto autorizados a la hora de hablar de volcanes, según la cual el susodicho Carracedo visitando el Teneguía con el cura y un paisano, el paisano le dijo al prestigioso vulcanólogo que él sabía tan poco de lo que pasaba ahí abajo como el cura de lo que pasaba allá arriba, otra expresión del relativismo de la ciencia y la fe, que tanto Einstein como Groucho hubieran aplaudido. Tal vez todo sea tan relativo para que el aburrimiento no sea absoluto. En fin.