Espacio de opinión de La Palma Ahora
Fran Santana, ¡De acuerdo y gracias!
No te conocí como me hubiera gustado. Pero te he conocido por tus obras, y como dice el refranero: Obras son amores y no buenas intenciones, o la cita evangélica: Por sus obras le conocerán. Y hoy, siento el impulso de escribirte a modo de jaculatoria, memoria, recuerdo y agradecimiento.
Trabajabas en el Aeropuerto, pero amabas ya la Naturaleza. La vida y sus circunstancias te dieron la oportunidad de amarla y la tarea de protegerla, y te lo tomaste tan en serio que hasta estudiaste el ordenamiento jurídico. Como amante de la Naturaleza debe ser una gran responsabilidad, pero un orgullo que te toque cuidar un rinconcito natural de este calibre.
Viniste a la Isla desde otra isla hermana. Y desde el primer momento ésta te adoptó como hijo, y no como sobrino. El regalo más grande que le puede hacer un hijo a un padre es tratarlo con amor recíproco. Y el común de los padres daría, sin dudarlo, su vida por sus hijos. Y tú diste la vida por tu Isla Adoptiva.
He escuchado en algunas noticias a raíz del fatídico incendio que tu deseo era morir en La Palma, y que así lo habías manifestado. Seguramente no de esta forma, pero seguro que sí en contacto directo con el entorno natural. Todas las personas de la Isla y aquellos que han conocido la noticia están consternados con el suceso, y la propia Isla, tu madre adoptiva, aún llora tu muerte, y admira y agradece eternamente tu valentía.
Desde una posición egoísta, todos queríamos que siguieras en este periplo mundano con nosotros, y sobre todo tu familia, y más aún, después de conocer tus obras. Sin embargo, en un ejercicio de reflexión, has dejado una bandera izada en el monte de La Palma y al lado tu recuerdo, que es tu alma, que nos mandata a modo de legado, responsabilidad y tarea a “amar la Naturaleza y nuestra Isla hasta la muerte”, cómo lo hiciste tú. De ahí que titule, con tu permiso: De acuerdo y gracias. Y es que tú viviste para proteger la Naturaleza y a tu madre La Palma.
!De acuerdo, GRACIAS!
* Jonathan Felipe es abogado y alcalde de Breña Alta
No te conocí como me hubiera gustado. Pero te he conocido por tus obras, y como dice el refranero: Obras son amores y no buenas intenciones, o la cita evangélica: Por sus obras le conocerán. Y hoy, siento el impulso de escribirte a modo de jaculatoria, memoria, recuerdo y agradecimiento.