Espacio de opinión de La Palma Ahora
Francisco Jordán Franchy: de farero y marino a poeta y periodista
Como esas grandes olas, encrespadas
Que vemos avanzar;
Y no sabemos, nunca, dónde empiezan,
Ni dónde acabarán…
Francisco Jordán Franchy, marino lanzaroteño, nació en 1888 en Haría, y murió en La Habana en 1963. Su infancia se desarrolló en su pueblo y en la isla Alegranza, ya que su padre fue destinado a ella como farero. Sobre la cual escribió en su poema:
Tosco peñón secular
que sobre el azul Atlántico
tiene el aspecto romántico
de los colores del mar.
En 1902 se desplazan a Arrecife donde hace el bachiller. Se graduó en la Escuela de Marina de Tenerife primero de piloto, en 1912 y como capitán de la Marina Mercante en 1918.
En este ambiente sereno
se deslizaba mi infancia,
cuando el Hado en su inconstancia
me dijo con voz de trueno:
“Un mundo de glorias lleno
encierra el mar para ti...“
El pailebot ‘Bella Lucía’ fue el primer barco que dirigió como capitán. Fueron muchos los viajes realizados entre las islas y, numerosas también las travesías hacia los puertos americanos.
Logró burlar el huracán del 25 de septiembre de 1929 y llegar a La Habana con doce horas de antelación, motivo de felicitaciones y homenajes. Solicitó destino en la Compañía Naviera de Cuba.
Francisco Jordán atrae sobre todo por su obra, formada por un total de nueve libros con una poesía sencilla, sincera, llena de frescura y de colorido, una poesía romántica costumbrista, sin versos y frases rebuscadas, sin excesivo cuidado por las formas y los cánones. Sus versos están llenos de sugerencias marinas, se nota que su formación no ha sido libresca, sino que ha bebido de la naturaleza y de la vida. Su poesía es muy personal. Cada verso de su obra tiene el origen en una vivencia propia.
“No he hecho nada definitivo en mi inclinación literaria. Mis libros son montones de versos escritos al azar, producidos con la profusión de las naturalezas salvajes que producen por necesidad de producir. Momentos vividos que quedaron presos en las páginas de algún álbum o en las varillas de un abanico y luego recopilados a instancias de quienes nunca deben ser oídos: los amigos”.
De su poema ‘Palmeras de Cuba’, extraemos:
Son columnas de plata, arcos de gloria
Si sus penachos aproxima al viento;
¡Abrazo militar, en campamento,
Entre titanes de una misma historia!
Publicó sus obras canarias Espigas y amapolas (1913), Tinerfe (1913) y sus obras cubanas Olas que pasan (1930) Ediciones de Autor, Imprenta La Ideal, Campana de a bordo (1934), Editorial Imprenta Sucre y Versos de Retaguardia (1938), a la vez que colaboraba con revistas canario-cubanas de la época, como Tierra Canaria. Dejó inéditos La isla azul y Playa sonora. Fue laureado con la Cruz del Mérito Naval de Primera Clase.
Como esas grandes olas, encrespadas
Que vemos avanzar;