Espacio de opinión de La Palma Ahora
¿Y la Fuente Santa?
La Fuente es Santa. De otra manera, ¿cómo aguantar la falta de ideas, de interés, de impulso, de coraje, de iniciativa?durante ocho largos años desde su redescubrimiento?
Mucho se ha escrito y más se ha hablado sobre este manantial. Si no se ha perturbado, disminuido o eliminado el valor terapéutico de estas aguas termales, todos coincidimos en el interesante y urgente, aquí la coincidencia es menor, desarrollo de un proyecto que explote esa oferta alternativa.
Como en otros muchos asuntos, hemos ejercido responsablemente la oposición política en el Cabildo de La Palma y en este caso hemos propuesto alternativas y soluciones que se han ido quedando atrás por la inacción del grupo de Gobierno. Sólo nos hemos encontrado durante estos últimos años con una inversión de dudoso interés para enmarcarla en una ruta de visitas guiadas.
Hemos dicho en reiteradas ocasiones que en pleno siglo XXI cualquier intervención que se precie no ha de olvidar, valorando y dimensionando esta Fuente en su justa medida, que las aguas redescubiertas en el año 2005 por un grupo de especialistas, con D. Carlos Soler Liceras al frente, no están ahí sólo para verlas a través de una galería abierta, sino para disfrutarlas y sentirlas. Estas saludables aguas no pueden ser un reclamo atractivo con un proyecto que sólo estructure unas visitas guiadas y controladas con unas proyecciones y unos recuerdos de la visita a la galería.
En el año 2010 defendimos la necesidad de encargar la redacción de un proyecto de balneario atractivo, competitivo, moderno, ambicioso y respetuoso con el espacio natural donde se encuentra. Y ¿cómo dar los primeros pasos teniendo en cuenta que nos encontramos en un lugar que reúne unas condiciones muy singulares? Ya lo dijimos en la moción aprobada por unanimidad y guardada en el cajón de los recuerdos. Teníamos que avanzar ordenando este recinto, visualizando todas las alternativas posibles e integrando las dotaciones e infraestructuras que se necesiten para conseguir un Balneario que sea una auténtica referencia y que, además, ofrezca ciertas garantías de éxito en su futura explotación. Estimábamos que debatir y acordar sus elementos esenciales y el modelo de gestión era inexcusable y urgente, dejando, lógicamente, la materialización concreta del proyecto en manos de un equipo multidisciplinar que resolviera las dificultades económicas, territoriales y urbanísticas que existieran, posibilitando, finalmente, la incorporación de la iniciativa privada.
Tres años han tardado para comenzar a trabajar con un gabinete técnico que, como es lógico y con carácter previo, requerirá señalar las directrices para ese trabajo, es decir, lo que queremos y lo que no queremos para la Fuente Santa porque aún no se ha hecho. Esperemos que ahora que se hace lo que se tenía que haber hecho en su momento, encontremos una propuesta consensuada y no la liemos otra vez redactando proyectos que no han sabido combinar el interés público con propuestas y soluciones que atrajesen la inversión privada. Si no fuera así, otra vez la ilusión, el tiempo y el dinero? perdidos, y no son ilimitados.
La Fuente es Santa. De otra manera, ¿cómo aguantar la falta de ideas, de interés, de impulso, de coraje, de iniciativa?durante ocho largos años desde su redescubrimiento?
Mucho se ha escrito y más se ha hablado sobre este manantial. Si no se ha perturbado, disminuido o eliminado el valor terapéutico de estas aguas termales, todos coincidimos en el interesante y urgente, aquí la coincidencia es menor, desarrollo de un proyecto que explote esa oferta alternativa.