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Generación ‘Evita’

Existen momentos para recuperar la sombra fugitiva del tiempo, esa etapa pasada de nuestras vidas, que cuelga silenciosa del alma y que vuelve a aflorar con el recuerdo. Cada tiempo tiene su tiempo, pero el encuentro de la generación 'Evita' que tuvo lugar en la Sociedad Juventud Española de Breña Baja, durante unas horas despertó en nosotros el pulso palpitante de aquel verano de 1985, cuando a Vicente, el más pequeño de mis hermanos, se le ocurrió afrontar con los más jóvenes del grupo teatral 'Bambalinas' y los chicos del pueblo, el montaje de la ópera rock que con música de Andrew Lloyd Webber y letra de Tim Rice, había triunfado en medio mundo. El contar en este encuentro con la casi totalidad de los participantes de aquel espectáculo, muchos de ellos llegados para la ocasión desde fuera de la Isla, desbordó los límites del horizonte previsto para un acto entrañable e íntimo, alimentado con el calor de los abrazos y el tibio sabor de los besos de un reencuentro deseado.

Allí estaban los protagonistas Nieves María Díaz Bravo (Evita) y Carlos Brito (Perón). Es curioso, pero ambos a su manera siguen vinculados al mundo del teatro. Nieves, formando parte de la compañía 'Instinto Cómico' ha hecho popular el personaje de 'Panchita' en el programa de humor televisivo 'En clave de Ja'. Por su parte, Carlos, es profesor titular de Filología Española de la Universidad de La Laguna (Literatura Española) y ha sido reconocido por su participación en el II Congreso Iberoamericano de Teatro con la ponencia 'América y el Teatro Español del Siglo de Oro' y, además, por la publicación 'El Teatro en tiempos de Felipe II'. Tampoco faltó al encuentro José Carlos Herrera, el actor que dio vida al personaje de 'El Che'. Seca Herrera Sicilia, como se le conoce en el mundo artístico, es pintor, licenciado en Bellas Artes y autor de varios cuentos y poemas.

Así, uno tras otro, intérpretes principales, actores de reparto y, como dijo alguien, todos aquellos que dieron vida al 'pueblo soberano', fueron desfilando ante nuestros ojos... Y advertimos en medio de aquel paisaje humano, cómo los jóvenes de entonces se habían hecho mayores, algunos hasta con canas en las sienes; y comprobamos cómo los niños y niñas de aquella obra, se habían transformado en hombres y mujeres capaces, en un mundo complicado y difícil como el de hoy, lejos del vivir gozoso de aquellos años. Nos dimos cuenta de que aquel montón de trigo sembrado sobre las tablas de un escenario, había fecundado y el color de sus espigas lo iluminaba todo, pero lo que nos pareció más importante fue la demostración de que el tiempo transcurrido no había podido cortar la flor de la amistad, ni interrumpir el pulso de su latido.

Los temas 'No llores por mí Argentina', 'Oh, esto es un Circo' y 'Una nueva Argentina', hicieron la noche más sonora y nos permitieron valorar el mágico impulso que justificó aquel sueño teatral sin precedentes. En su presentación, fueron enhebrados con mimo secuencial por Vicente Marante, y la proyección posterior, no sólo nos acercó a la actuación del grupo, sino a la edad de luz e ilusión de sus componentes.

El musical, inspirado en el libro 'Evita: The Woman With the Whip' de Mary Main, basado en la vida y muerte de Eva Perón, nos cautivó en la década de los 80. Treinta años después, ha servido para promover el milagro de un encuentro inolvidable. El del pasado sábado fue un acto social. Cierto. Pero sin las paredes de la hipocresía que suelen revestir estas ceremonias convencionales... No vimos falsas sonrisas, ni lágrimas inútiles. Y sucedió que cuando confluyen la palabra viva y el sentimiento a flor de piel, sólo hay sitio para la sinceridad. De esa sinceridad, surgen las emociones más profundas que, en momentos puntuales, nos salen por los ojos como unas gotas de lluvia que resbalan sobre el cristal de los recuerdos, o se convierten en palabras. Palabras para evocar sueños adolescentes con esa 'chispa' teatral que, en 1985, nos dio la generación 'Evita' en el entorno feliz de un escenario.

Existen momentos para recuperar la sombra fugitiva del tiempo, esa etapa pasada de nuestras vidas, que cuelga silenciosa del alma y que vuelve a aflorar con el recuerdo. Cada tiempo tiene su tiempo, pero el encuentro de la generación 'Evita' que tuvo lugar en la Sociedad Juventud Española de Breña Baja, durante unas horas despertó en nosotros el pulso palpitante de aquel verano de 1985, cuando a Vicente, el más pequeño de mis hermanos, se le ocurrió afrontar con los más jóvenes del grupo teatral 'Bambalinas' y los chicos del pueblo, el montaje de la ópera rock que con música de Andrew Lloyd Webber y letra de Tim Rice, había triunfado en medio mundo. El contar en este encuentro con la casi totalidad de los participantes de aquel espectáculo, muchos de ellos llegados para la ocasión desde fuera de la Isla, desbordó los límites del horizonte previsto para un acto entrañable e íntimo, alimentado con el calor de los abrazos y el tibio sabor de los besos de un reencuentro deseado.

Allí estaban los protagonistas Nieves María Díaz Bravo (Evita) y Carlos Brito (Perón). Es curioso, pero ambos a su manera siguen vinculados al mundo del teatro. Nieves, formando parte de la compañía 'Instinto Cómico' ha hecho popular el personaje de 'Panchita' en el programa de humor televisivo 'En clave de Ja'. Por su parte, Carlos, es profesor titular de Filología Española de la Universidad de La Laguna (Literatura Española) y ha sido reconocido por su participación en el II Congreso Iberoamericano de Teatro con la ponencia 'América y el Teatro Español del Siglo de Oro' y, además, por la publicación 'El Teatro en tiempos de Felipe II'. Tampoco faltó al encuentro José Carlos Herrera, el actor que dio vida al personaje de 'El Che'. Seca Herrera Sicilia, como se le conoce en el mundo artístico, es pintor, licenciado en Bellas Artes y autor de varios cuentos y poemas.