¿Por qué Jócamo?

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Jócamo, he decidido

como poeta llamarme

sin temor a equivocarme

por ser el nombre elegido.

Entre otros fue escogido

por razón sentimental,

también fue fundamental

ser el nombre de una planta

que por su olor nos encanta,

cuestión más profesional.

 Jócamo, 17.XII.2022

NOTA: Han sido muchos los amigos que se han interesado por mi ‘alias poético’: Jócamo.

Ayer, en el Hoyo de Mazo, junto a la que fue casa de mi abuela materna, mi primo Luis Fernando, me planteó la cuestión y la conveniencia de explicarlo, por no ser un nombre familiar para los ajenos a los nombres comunes de las plantas.

Razones botánicas y sentimentales se funden en la elección. El nombre me lo enseñó mi abuela Dolores, cuando le pregunté, como estudiante de Biología, si conocía una planta que había herborizado para mi herbario, en la montaña de La Centinela relativamente cerca de su casa, a lo que me respondió sin titubear:

- Sí, mi hijo eso es jócamo; no vale para nada y sólo llama la atención cuando está en flor.

- Pues no la había visto nunca y me llamó la atención tanto su flor como su peculiar olor.

- Sí, es más de costa que de monte, al menos por esta zona, precisó con buen criterio ecológico.

De regreso a La Laguna, el profesor Wildpret y el compañero Arnoldo Santos me confirmaron la certera determinación de mi abuela: ¡Es el jócamo o jócama y su nombre científico es Teucrium heterophyllum de la familia de Las Labiadas, rica en plantas aromáticas, como la salvia, la menta, la lavanda, el poleo, el toronjil, etc.

Entonces no sabía que la Botánica me iba a dar de comer, ni que con los años iba a terminar mal hilvanando décimas, que no me acreditan como poeta, pero las disfruto y utilizo como divertimento didáctico.