Espacio de opinión de La Palma Ahora
La lección de los jóvenes en la lucha contra el cambio climático
Hace una semana, Canarias experimentaba, junto al resto de las principales ciudades del mundo, un movimiento masivo de protesta protagonizado por los estudiantes que impulsan el movimiento Fridays for Future. Personalmente, me sentí orgullosa al ver a cientos de chicas y chicos de todo el Archipiélago sumándose a este fenómeno mundial que espero que sea imparable, porque no podemos seguir ignorando que el futuro del planeta es muy oscuro si no se toman medidas de calado para frenar la contaminación y mitigar los efectos más que evidentes del calentamiento global.
Creo que este “tirón de orejas” de las generaciones más jóvenes a nivel mundial es merecido y que va dirigido no solo a los gobiernos, que tienen una gran parte de responsabilidad, sino también a la sociedad en general. No debemos obviar que, más allá de las cuestiones legislativas, el compromiso con el medio ambiente, con el cuidado del planeta, es también una postura ética personal. No podemos exigir cambios radicales si nosotros mismos no somos capaces de asumir pequeños cambios en nuestro entorno y prescindir, por ejemplo, de algo tan prescindible como las pajitas de plástico. Todos, como ciudadanos, tenemos que contribuir con gestos cotidianos y, a modo de guía, podemos seguir las recomendaciones publicadas el pasado verano por el Gobierno de Canarias, encaminadas a reducir el consumo de productos de plástico de un solo uso y al correcto reciclaje de los residuos. Si queremos que haya un futuro para nuestras hijas e hijos, no podemos seguir consumiendo sin límite, gastando agua sin control, abusando del vehículo privado…
Considero que la situación es aún reversible si nuestra respuesta y nuestro compromiso es contundente. Así lo han entendido las chicas y chicos del movimiento Fridays for Future y así lo hemos entendido también en el Gobierno de Canarias. Muchas veces he dicho que, en materia medioambiental, Canarias llevaba 10 años de retraso, pero a día de hoy podemos afirmar que, gracias al trabajo conjunto realizado con nuestras universidades, en los últimos años hemos conseguido poner en marcha iniciativas que nos colocan a la cabeza del país en la lucha contra el cambio climático: somos, por ejemplo, los primeros en contar con una estrategia propia contra los plásticos de un solo uso. Canarias es, además, una de las pocas comunidades autónomas que está redactando su propia ley de cambio climático, acabamos de aprobar un decreto de protección de la atmósfera y lideramos proyectos europeos para estudiar los efectos del calentamiento global en el medio marino de la Macaronesia, como el Proyecto MIMAR.
Además, hemos iniciado la instalación de un sistema de detección y gestión de datos meteorológicos que sirva como base para el estudio del cambio climático en el Archipiélago y, en breve, empezaremos a estudiar los indicadores del efecto del cambio climático a largo plazo en especies y hábitats del Archipiélago, con un presupuesto de algo más de 400.000 euros cofinanciado por el Programa Operativo FEDER Canarias (2014-2020). Estos son solo algunos ejemplos de las más de 40 actuaciones que lleva a cabo el Gobierno de Canarias asesorado por el Observatorio Canario de Cambio Climático y por el Comité de Expertos.
No podemos obviar, por otro lado, que el consumo de combustible fósil y calentamiento global están íntimamente ligados y, por ello, la implantación de energías renovables y la reducción de la huella de carbono ha sido una prioridad para el Gobierno de Canarias. Como resultado, el Archipiélago ha dejado de emitir 1,8 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera en los últimos años. Además, las Islas han reducido el consumo de combustible fósil en 1,4 millones de barriles de crudo.
La entrada en vigor de la Ley del Suelo y Espacios Naturales Protegidos de Canarias ha facilitado en poco más de año y medio la puesta en marcha de 19 parques eólicos y la potencia renovable instalada actualmente en Canarias es de cerca de 600 megavatios, que equivale al consumo anual medio de más de 440.000 hogares. El año pasado, el Archipiélago fue responsable de casi la mitad de todo el crecimiento de energía eólica registrado en todo el país e hitos como la puesta en marcha la pasada semana en la costa de Gran Canaria del primer aerogenerador offshore de España nos mantienen a la cabeza en cuanto al impulso de las renovables.
El IGIC a tipo 0% para la compra de vehículos eléctricos, híbridos y bicicletas o la puesta en marcha del Bono Residente Canario para fomentar el uso del transporte público son también fundamentales para seguir reduciendo nuestra huella de carbono.
Nuestros jóvenes han tomado la palabra para que abramos definitivamente los ojos. Ahora, todos debemos ser conscientes de que la complejidad del fenómeno del cambio global va a exigir lo mejor de nosotros como sociedad. Desde Canarias, debemos seguir trabajando para aprovechar esta oportunidad de convertirnos en plataforma de referencia para otras regiones a nivel internacional e impulsar iniciativas que aglomeren el potencial científico y socio-económico para aumentar nuestra capacidad de respuesta frente a la incertidumbre de escenarios futuros.
Lady Barreto es consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias
Hace una semana, Canarias experimentaba, junto al resto de las principales ciudades del mundo, un movimiento masivo de protesta protagonizado por los estudiantes que impulsan el movimiento Fridays for Future. Personalmente, me sentí orgullosa al ver a cientos de chicas y chicos de todo el Archipiélago sumándose a este fenómeno mundial que espero que sea imparable, porque no podemos seguir ignorando que el futuro del planeta es muy oscuro si no se toman medidas de calado para frenar la contaminación y mitigar los efectos más que evidentes del calentamiento global.
Creo que este “tirón de orejas” de las generaciones más jóvenes a nivel mundial es merecido y que va dirigido no solo a los gobiernos, que tienen una gran parte de responsabilidad, sino también a la sociedad en general. No debemos obviar que, más allá de las cuestiones legislativas, el compromiso con el medio ambiente, con el cuidado del planeta, es también una postura ética personal. No podemos exigir cambios radicales si nosotros mismos no somos capaces de asumir pequeños cambios en nuestro entorno y prescindir, por ejemplo, de algo tan prescindible como las pajitas de plástico. Todos, como ciudadanos, tenemos que contribuir con gestos cotidianos y, a modo de guía, podemos seguir las recomendaciones publicadas el pasado verano por el Gobierno de Canarias, encaminadas a reducir el consumo de productos de plástico de un solo uso y al correcto reciclaje de los residuos. Si queremos que haya un futuro para nuestras hijas e hijos, no podemos seguir consumiendo sin límite, gastando agua sin control, abusando del vehículo privado…