Me dicen que la ínclita y transformista Leticia Sabater, tan transformista como cualquier gobierno que se precie, pone en circulación el villancico de esta marchita Navidad, por muchas luces que enciendan los ayuntamientos, esta joya del frikismo nacional presenta ‘papá Noel, lléname el tanque’, canción de un oportunismo muy loable e incluso muy admirable pues por mucho descuentito fake que nos apliquen lo cierto es que circular se nos ha puesto cuesta arriba y los salarios cuesta abajo. Para más inri vemos que uno de esos países que nos empequeñecen el tanque de la gasolina nos organiza un mundial de fútbol del que no queda nada por decir, pues ellos saben tan poco de fútbol y derechos humanos como nosotros de energías alternativas. No me extraña que el delito de moda en la isla hermana de Tenerife, dicho sea sin ironías, sea el robo de gasolina, ya eran más de cincuenta denuncias de dueños de coches sólo en el Norte. Lo siento, Leticia, pero papá Noel no es un jeque árabe y por mucho que se lo pidas no creo que pueda llenarte el tanque y no sean mal pensados.