A menudo, las personas se sienten solas y sin apoyo cuando tienen un problema. Este problema puede ser de mayor magnitud o puede ser de menor, pero todos, ante algo malo que sucede en nuestras vidas, queremos contar con el apoyo de alguien. Estas personas que nos brindan lealtad y cobijo pueden llegar a convertirse en ángeles de la guarda, e incluso muchas veces, en el refugio al que acudir cuando cosas feas llegan.
La mayoría de nosotros hemos depositado alguna vez en nuestras vidas la confianza en alguien de manera equívoca, porque es evidente, desleal es aquel que desaparece cuando el camino es oscuro.
Sin embargo, “lealtad” es una palabra hermosa, pues en su significado brillan sentimientos muy profundos. Tan bonita es que no sólo nos habla del respeto y fidelidad, también nos habla de permanecer en la tormenta de aquellas personas a las que queremos, y no huir. Nos habla de pasar el mal trago con el que está enfermo, de animar al que está triste, de escuchar al que lo necesita, o simplemente de arropar cuando malas noticias llegan. En fin, de estar al lado, simplemente estar, como nos gustaría que estuviesen con nosotros mismos.
Pues bueno, en este escrito quiero que sepas que estoy contigo. Que seré el primero en alegrarse y celebrar cuando todo vaya bien, que me emocionaré mucho cuando consigas tus sueños y me sentiré muy orgulloso de ti en cada paso que des en la vida. Pero créeme, que cuando no haya nadie más, ahí estaré, a tu lado. Cuando la vida golpee, porque lo hará, podrás apoyarte en mí. Cuando te rompas en mil pedazos y cuando te sientas destruida, ahí estaré yo para recordarte que no estás sola, y que podemos reunir esos pedazos y armar un hermoso puzle juntas.
Cuando tu mundo se derrumbe, ahí estaré, el primero. Cuando todos te den la espalda, ahí estaré. Cuando duela y no veas solución, ahí estaré.
Por suerte o por desgracia, esta vida no es fácil. De hecho, muchas veces es difícil. Por lo que debemos apreciar y cuidar a aquellas personas que nos brindan apoyo y amor cuando más lo necesitamos. No creo que la vida tenga mayores tesoros que algo así.
Sé que a veces las cosas no salen como queremos, que la vida nos da sorpresas y muchas veces desagradables, pero, quiero que sepas que pase lo que pase siempre estaré contigo, así soplen contra nosotros mil vientos.
A veces es difícil continuar, eso lo sé. A veces es complicado creer que habrá un nuevo amanecer, pero al final, el sol siempre termina por salir, iluminando con su luz toda la oscuridad que nos rodea.
Esto es para ti, para que no se te olvide que no estás sola. Contigo en las buenas, pero también, “contigo en las malas”.