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OPINIÓN | Días de ruido y furia, por Enric González

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros*

Decía Javier Tusell que “hay momentos en la historia de las naciones en los que el ritmo histórico parece más acelerado que el puramente cronológico. Hay otras etapas en la historia de los pueblos en las que los cambios parecen mínimos, la sensación de continuidad, evidente, y las muestras de originalidad, escasas. La segunda República española pertenece a la primera categoría, sin la menor duda”.

Los que tuvimos la suerte de asistir el pasado miércoles a la conferencia de Miguel Santiago sobre “La actividad de la Corporación Municipal de Los Llanos durante la II República” podemos confirmar como también a nivel local se produjo esa aceleración del ritmo histórico de la que hablaba Tusell en los cinco años del periodo republicano.

Una Corporación en la que por primera vez la hegemonía caciquil y conservadora, dominante durante toda la Restauración y la Dictadura de Primo de Rivera, era quebrada en mayo de 1931 por la presencia de concejales representantes de formaciones políticas comprometidas con la defensa de los intereses de los trabajadores, pero también con los deseos de transformación social, política y económica que traía la República de abril.

Siguiendo la estela de las reformas llevadas a cabo por el Gobierno en este periodo, los concejales intentaron mejorar la situación social del municipio desarrollando una intensa labor, como quedó reflejado en la charla del miércoles, en ámbitos tan dispares como la educación, las obras públicas o la mediación en la conflictividad laboral.

Proyectos muchos de ellos sólo esbozados o interrumpidos por el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, pero que sin pretender hacer un ejercicio de historia-ficción, nos llevan a interrogarnos, por ejemplo, ¿cómo hubiera sido el desarrollo turístico del municipio si se hubiera llevado a cabo la urbanización que planteó en 1932 el Maestro de Obras Alejandro Hernández para Puerto Naos? ¿Qué hubiera pasado si se hubiese tenido en cuenta la preocupación del concejal José Ruperto León sobre las aguas del Charco Verde? ¿Qué grado de alfabetización hubiera alcanzado Los Llanos de Aridane si se hubieran construido todas las escuelas proyectadas durante esos años?

Preocupaciones de ayer, y de hoy, como la también planteada, y dejada sobre la mesa, por este concejal socialista respecto a gravar las viviendas vacías que no se encontraban en régimen de alquiler ante el problema de acceso a la vivienda que entonces, y ahora, se vivía, o cuando planteaba en 1934, sin el apoyo de la corporación porque la mayoría conservadora consideraba que era una finca de particulares, la declaración de Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.

Desde Izquierda Unida Canaria (IUC) en Los Llanos de Aridane planteábamos en el “Debate sobre el estado del municipio” lo que nos parecía una cuestión de justicia con quienes nos antecedieron en este el Salón de Plenos del Ayuntamiento, como era el llevar a cabo un reconocimiento institucional de aquellos miembros de la Corporación que fueron represaliados por su defensa de la democracia, como el alcalde Francisco Rodríguez Betancor o José Ruperto León Rodríguez.

Tras impulsar una moción en este sentido, aprobada por unanimidad en el Pleno de diciembre de 2015, algo que agradecemos nuevamente a todos los grupos políticos, esta institución realiza hoy el merecido homenaje que le debemos a él y a otros llanenses asesinados por sus convicciones ideológicas y la defensa de la democracia.

Este homenaje se realiza en una semana importante para nuestro municipio. Con la inauguración el lunes de la exposición que nos acompaña en este Salón, visitada por los alumnos de 4º de la ESO y 1º de Bachillerato del municipio, se desarrollan por primera vez en Los Llanos de Aridane políticas públicas de recuperación de la memoria histórica que contribuirán, como decíamos en la moción de diciembre, a que los vecinos y vecinas del municipio conozcan acontecimientos de su historia que resultan ajenos para la mayoría.

Una semana en la que ha sido noticia lo que no tendría que serlo, porque a nuestro juicio, constata nuestro fracaso como sociedad democrática, como es el mantenimiento de símbolos de una dictadura, como la vidriera con el escudo franquista, más de 40 años después de la muerte del dictador.

Todavía queda mucho por hacer respecto al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y al desarrollo de políticas públicas de la memoria, pero confiamos en que el buen hacer de la concejala de Cultura, a la que felicitamos por la organización de esta semana, al igual que al Archivero Municipal, posibiliten que se pueda seguir divulgando la historia de nuestro municipio.

Concluyo. Señalaba el pasado domingo en televisión Luis Ortiz, esclavo del franquismo, a sus lúcidos 100 años, que se conformaba con que el Estado “pida perdón” por lo sucedido. Hoy con este Pleno, y con este reconocimiento institucional en cierto sentido lo estamos haciendo con aquellos que nos precedieron como representantes, con aquellos funcionarios de este Ayuntamiento, asesinados, encarcelados o expulsados de su carrera profesional y en general con todos aquellos que pagaron con su vida la defensa de sus ideales políticos. Y porque es necesario recordar lo que pasó, termino con estos versos de Luis Cernuda de su poema 1936, escrito en el exilio del que nunca más regreso, a raíz de su encuentro en una universidad estadounidense con un antiguo voluntario de las Brigadas Internacionales.

1936

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros,

Cuando asqueados de la bajeza humana,

Cuando iracundos de la dureza humana:

Este hombre solo, este acto solo, esta fe sola.

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros.

En 1961 y en ciudad extraña,

Más de un cuarto de siglo

Después. Trivial la circunstancia,

Forzado tú a pública lectura,

Por ella con aquel hombre conversaste:

Un antiguo soldado

En la Brigada Lincoln.

Veinticinco años hace, este hombre,

Sin conocer tu tierra, para él lejana

Y extraña toda, escogió ir a ella

Y en ella, si la ocasión llegaba, decidió a apostar su vida,

Juzgando que la causa allá puesta al tablero

Entonces, digna era

De luchar por la fe que su vida llenaba.

Que aquella causa aparezca perdida,

Nada importa;

Que tantos otros, pretendiendo fe en ella

Sólo atendieran a ellos mismos,

Importa menos.

Lo que importa y nos basta es la fe de uno.

Por eso otra vez hoy la causa te aparece

Como en aquellos días:

Noble y tan digna de luchar por ella.

Y su fe, la fe aquella, él la ha mantenido

A través de los años, la derrota,

Cuando todo parece traicionarla.

Mas esa fe, te dices, es lo que sólo importa.

Gracias, Compañero, gracias

Por el ejemplo. Gracias porque me dices

Que el hombre es noble.

Nada importa que tan pocos lo sean:

Uno, uno tan sólo basta

Como testigo irrefutable

De toda la nobleza humana.

* Intervención de Felipe Ramos Pérez, portavoz de IUC en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, en el Pleno de Reconocimiento de la Corporación Municipal de la II República el 12 de marzo de 2016.Intervención de Felipe Ramos Pérez, portavoz de IUC en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, en el Pleno de Reconocimiento de la Corporación Municipal de la II República el 12 de marzo de 2016.

Decía Javier Tusell que “hay momentos en la historia de las naciones en los que el ritmo histórico parece más acelerado que el puramente cronológico. Hay otras etapas en la historia de los pueblos en las que los cambios parecen mínimos, la sensación de continuidad, evidente, y las muestras de originalidad, escasas. La segunda República española pertenece a la primera categoría, sin la menor duda”.

Los que tuvimos la suerte de asistir el pasado miércoles a la conferencia de Miguel Santiago sobre “La actividad de la Corporación Municipal de Los Llanos durante la II República” podemos confirmar como también a nivel local se produjo esa aceleración del ritmo histórico de la que hablaba Tusell en los cinco años del periodo republicano.