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Servicio Canario de ¿Salud?
Supongamos un habitante de estas islas, sencillo, normal, como tantos, como todos, el cual hace dos años tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de un disco en la columna vertebral en una clínica privada por la tardanza de la lista de espera en la Seguridad Social, previo pago de los honorarios a la clínica y al médico, gracias a la ayuda de familiares y amigos para poder sufragar el pastón que costó la operación.
En este año comienza a sufrir molestias, luego fuertes dolencias y notar que va perdiendo su capacidad motriz, quedando minusválido en cuestión de tres meses, a tal punto de no poderse mantener de pie ni caminar más de diez metros seguidos mientras espera la cita de la primera consulta con un neurocirujano en el provincial Hospital Universitario de Tenerife.
Preocupado por la falta de respuesta, reclama al servicio de Atención al Paciente del Hospital General de La Palma la fecha de la consulta con el médico y le hacen saber que tiene dicha primera consulta dos años y medio después de solicitarla, cuando ha quedado prácticamente inútil en cuestión de tres meses.
Presenta reclamación al Hospital General de La Palma para que este lo transmita al Hospital Universitario de Tenerife y luego presenta solicitud en el ámbito sanitario por la misma vía. Dos trámites burocráticos que no han dado respuesta.
Este habitante sencillo, normal, como tantos, como todos, le escribe a la directora del Hospital General de La Palma, quien tampoco le ha dado respuesta.
Acude a la consulta privada de un neurocirujano, previo pago de los honorarios, el cual le recomienda que necesita urgentemente una operación del disco que le está comprimiendo los nervios que pasan por dentro del tubo de la columna antes de quedarse totalmente postrado en la cama, ya que en ese caso, la operación será mucho más ardua, costosa y sin calidad de vida durante tanto tiempo.
Mientras, el habitante de estas islas, normal, como tantos, como todos, aquejado de fuertes dolores y parálisis progresiva, con una ayuda familiar de 426.00 euros, no puede hacer frente a los alrededor de 6.000. euros que cuesta el ingreso, operación y estancia en una clínica privada y ser operado por un especialista que puede ser el mismo por el cual espera dos años y medio a que lo atienda por el Servicio Canario ¿de Salud?
El protagonista de este artículo, un habitante de estas islas, normal, como tantos, como todos, en estado casi parapléjico, sin calidad de vida, con fuertes dolores y notando discapacidad sensorial, soy yo.
Supongamos un habitante de estas islas, sencillo, normal, como tantos, como todos, el cual hace dos años tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de un disco en la columna vertebral en una clínica privada por la tardanza de la lista de espera en la Seguridad Social, previo pago de los honorarios a la clínica y al médico, gracias a la ayuda de familiares y amigos para poder sufragar el pastón que costó la operación.
En este año comienza a sufrir molestias, luego fuertes dolencias y notar que va perdiendo su capacidad motriz, quedando minusválido en cuestión de tres meses, a tal punto de no poderse mantener de pie ni caminar más de diez metros seguidos mientras espera la cita de la primera consulta con un neurocirujano en el provincial Hospital Universitario de Tenerife.