Espacio de opinión de La Palma Ahora
La soledad como defecto
Una vez recorrí una pista de puntillas.
Y volé veinte veces encima del mar.
Y me recorrí el camino de casa al aeropuerto en bici
y besé el suelo.
Y nadé por primera vez junto a mis hermanos.
Y soñé en la noche más larga.
Y vomité calimocho.
Y reinstalé los conceptos.
Y me uní a los que piden perdón y dicen gracias.
Y vi que la sonrisa más bonita está en la libertad del que no tiene amarres ni tampoco daño.
Sentí una enormidad al poder diferenciar lo bueno de lo malo.
Y crecí con la virtud del despiste en un mundo organizado.
Y lo mejor ha sido la incertidumbre, la sorpresa.
Ser libre para que vengas y te vayas.
Y prestar atención solo a lo que diga la brisa.
A la dulzura marcada seis veces en un directo de Andrés Suárez, mientras ustedes se enamoraban de la Luna.
Mientras hablaban del horror de las noticias.
Y de la soledad como defecto.