A tiempo
Es curioso cómo la vida desata los tiempos sin permiso, escapan los segundos entre los dedos mientras seguimos mirando fijamente, el error, la culpa, el enfado, el fracaso y por supuesto, la impaciencia.
Como una aguja rota que marca la misma hora olvidando el camino, el proceso, el esfuerzo, los cambios y el aprendizaje adquirido mientras sigue en movimiento nuestro cielo.
En un pequeño respiro, está la importancia de volver al silencio, al constante recuerdo de lo que significa el intento, al poder de una risa en la cumbre del miedo.
La existencia a veces se desgasta, se quiebra, incluso se rompe, pero tu verdadera esencia, nunca desaparece.
Recuerda que aún es posible reparar el tiempo, la oportunidad, el latido.
Sara Pérez Alonso
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