La Palma Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Ellos juegan al Shatranj

Recientemente, en una de mis clases de tecnificación de ajedrez, les di un descanso a mis alumnos. Si bien para mi sorpresa en esta ocasión no quisieron salir a estirar las piernas un poco o a dar unas pataditas a un balón que tenemos guardado en el local donde impartimos ajedrez. En este caso, permanecieron en el aula jugando a lo que a vista de mis ojos era el juego del ajedrez. De este modo les insistí en que debían descansar un poco, sin embargo, ellos me contestaron que no estaban jugando al ajedrez, “estaban jugando al Shatranj”. ¿Shatranj? respondí, ¿pero ustedes saben jugar al juego antecesor del ajedrez?. Ellos me dijeron que sí, y que además yo les había enseñado. Mi sorpresa fue aún mayor entonces, y por ello volví a replicarles argumentando que yo nunca había jugado a ese juego, a lo cual ellos sentenciaron:

“Lo aprendimos cuando explicaste las reglas en tu conferencia sobre la Historia del Ajedrez”.

Como se puede observar, los alumnos que por lo general son muy listos, acostumbran a llegar más lejos que su profesor y la verdad es que en este caso me han dado una muy buena idea para hacer este artículo.

El ajedrez es un juego con más de 2.000 años de evolución y una de sus fases más importantes es aquélla en la que los árabes lo adentraron en Europa, a través de la expansión del mundo islámico en gran parte de la Península Ibérica, la cual se inició en el siglo VIII d.C. Ellos trajeron su versión del juego persa ‘Chatrang’, que en los reinos hispánicos tendría gran aceptación. Un papel clave en la popularización del juego lo tuvo el monarca Alfonso X ‘El Sabio’, quien en el año 1283 terminó el famoso libro ‘Ajedrez y otros juegos de mesa’. El ajedrez moderno con sus movimientos actuales se desarrollaría a finales de los siglos XV y XVI teniendo sus últimas modificaciones en el siglo XIX.

Por otro lado, teniendo en cuenta la densa y rica historia del juego del ajedrez no puedo ocultar que me gusta ver a mis alumnos disputando una partida de ajedrez como lo haría en su época el monarca Alfonso X ‘El Sabio’ o el ilustrado Ibn Ammar, (visir de Sevilla a finales del siglo XI). Creo que mis alumnos ya están soñando con viajes en el tiempo a través de los cuales consigan retar a monarcas, visires o eruditos y conseguir como premio algún favor de la corte, algo que puedan traerse de vuelta al tiempo actual.

Sueños aparte, en la siguiente entrega de ajedrez os hablaré de estos jóvenes alumnos y de la labor que llevamos haciendo en La Palma a través de la tecnificación durante los últimos 14 años. Labor con la que hemos cosechado numerosos éxitos deportivos y ha sido posible gracias al proceso de selección de los alumnos más destacados de la promoción deportiva insular. Para que no se queden con las ganas de jugar una partida al juego anterior al ajedrez, acto seguido les describo sus reglas.

Reglas del ajedrez original árabe

Presentamos, a continuación, las reglas del ajedrez original árabe. Como el ajedrez de hoy deriva del árabe, nos parece que el mejor procedimiento es señalar en qué difiere el ajedrez practicado en aquella época del actual:

1. No había Dama y, en su lugar, encontramos el Alferza (Firzan). El Alferza se mueve solamente una casilla en diagonal (hacia adelante o hacia atrás) y captura de ese mismo modo (diagrama abajo).

2. Los Alfiles saltan exactamente dos casillas en diagonal (hacia adelante o hacia atrás), aunque haya piezas en medio (diagrama abajo). Y capturan de ese mismo modo.

3. Los peones al llegar a la última fila solo pueden “transformarse” en Alferza, así que su fuerza disminuye bastante.

4. El Peón no tiene el privilegio de saltar dos casas en su primer movimiento. Al no poder avanzar inicialmente dos casillas no hay posibilidad de comer al paso.

No está permitido el enroque ya que aún no había aparecido esta jugada. Con esto queda clara la importancia de los peones centrales, aquí el rey no puede esconderse rápidamente en un lateral.

El rey no tiene por qué comenzar en su posición usual. Se colocarán en d1 y d8 o en e1 y e8 respectivamente, con el Alferza ocupando la otra casilla central.

Condiciones de victoria: Si normalmente solo ganas dando jaque mate, aquí hay tres posibilidades:

-Dar jaque mate como de costumbre.

-Ahogar al rey enemigo (sí, aquí esto no son tablas).

-Comerse todas las piezas del rival salvo al rey (si el rival pudiera comerse tu última pieza en su siguiente movimiento, en este caso serían tablas).

Recientemente, en una de mis clases de tecnificación de ajedrez, les di un descanso a mis alumnos. Si bien para mi sorpresa en esta ocasión no quisieron salir a estirar las piernas un poco o a dar unas pataditas a un balón que tenemos guardado en el local donde impartimos ajedrez. En este caso, permanecieron en el aula jugando a lo que a vista de mis ojos era el juego del ajedrez. De este modo les insistí en que debían descansar un poco, sin embargo, ellos me contestaron que no estaban jugando al ajedrez, “estaban jugando al Shatranj”. ¿Shatranj? respondí, ¿pero ustedes saben jugar al juego antecesor del ajedrez?. Ellos me dijeron que sí, y que además yo les había enseñado. Mi sorpresa fue aún mayor entonces, y por ello volví a replicarles argumentando que yo nunca había jugado a ese juego, a lo cual ellos sentenciaron: