El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma y concejal coordinador de la Bajada de la Virgen, Tony Acosta, ha confirmado que en estos momentos “no está sobre la mesa” la cancelación ni aplazamiento de las Fiestas Lustrales 2020, por lo que se trabaja como único escenario pensando en que se desarrollen este verano.
Acosta ha hecho hincapié en que “estamos viviendo una situación extraordinaria, nueva para todos, y es evidente que como administración tendremos que ver cómo evoluciona el coronavirus COVID-19”, pero a la vez “tampoco nos podemos cruzar de brazos con la Bajada. Nuestra obligación es seguir trabajando en aquellos aspectos que sean básicos para su celebración, con la esperanza de que el virus se logre controlar”.
El primer teniente de alcalde ha subrayado que “ahora mismo lo más importante es la salud de todos y por ello, el Ayuntamiento está centrando sus esfuerzos en evitar que el virus se siga expandiendo. Esa es la prioridad número uno tanto del grupo de gobierno como de la oposición y de los propios trabajadores”. Sin embargo, en el Organismo Autónomo de la Bajada se están dando a la vez los pasos en aquellas cuestiones que son imprescindibles para celebrar las Fiestas Lustrales, como la contratación del recinto, y aplazando otras, como el cierre de artistas, que pueden y deben esperar.
Tony Acosta ha destacado que “se ha conformado un equipo profesional excelente en el Organismo Autónomo, lo que nos permitirá activar todo lo que falte de la Bajada en un breve espacio de tiempo y que los actos salgan adelante en las mejores condiciones”. Ha dejado claro que “sabemos que nadie es capaz de asegurar cuánto tiempo se prolongará la crisis sanitaria y económica que vivimos, pero sí tenemos la esperanza puesta en que el 28 de junio nuestros romeros bajen pedazo a pedazo las andas de la Virgen, que el 11 de julio nuestra Señora entre por la proa del barco que lleva su nombre y que tengamos la suerte de que el 5 de agosto la Patrona suba a su Real Santuario mirando hacia detrás y viendo a una ciudad recuperada”.
El primer teniente de alcalde ha valorado “la grave situación” en la que se encuentran muchas empresas de Santa Cruz de La Palma y de toda la Isla. Y es que “se han tenido que cerrar negocios, otros se mantienen abiertos con pérdidas importantes, hay muchos trabajadores que han sufrido un ERTE… y absolutamente todos esperan que esta crisis sanitaria y económica sea lo más corta posible”. En ese contexto “la celebración de la Bajada de la Virgen puede ser un balón de oxígeno para arrancar después de una crisis tan importante como la que estamos viviendo”.
Tony Acosta ha defendido que “el dinero de la Bajada se multiplica en beneficios para toda la ciudad”. Además, una parte importante de las partidas para las Fiestas Lustrales “son finalistas, por lo que no es posible derivarlas a otros aspectos”. A propósito, ha avisado de que “el Ayuntamiento hará un gran esfuerzo en otras materias, tanto con fondos propios como en colaboración con otras administraciones, pero todos sabemos lo que supone la Bajada de la Virgen en materia económica y su suspensión sería un durísimo golpe”.