Declaración institucional del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma

Fundada por el obispo de Canarias Bartolomé García Ximénez en su visita pastoral a La Palma en 1676, durante sus 67 ediciones desde 1680 hasta 2010, la Bajada de la Virgen de las Nieves de Santa Cruz de La Palma se ha convertido por derecho propio y del pueblo que la convoca y celebra en una de las citas más genuinas del calendario festivo canario en virtud de una serie de valores devocionales y culturales que constituyen, en su conjunto, una de las formas de identidad que más y mejor han definido el carácter palmero:

1. Antigüedad

La Bajada de la Virgen de las Nieves es una manifestación de la devoción inmemorial a esta advocación mariana, que se remonta, al menos, hasta finales del xv coincidiendo con el proceso de adhesión de La Palma a la corona de Castilla. El santuario donde se le rinde culto se halla enclavado en un lugar dedicado en la etapa prehispánica al culto religioso de los habitantes awaritas, marcado por rituales solares y invocatorios del agua. La advocación de las «Nieves» (como propiciatoria de la lluvia) entronca así con esta tradición desde el momento mismo de su elección y enlaza la religiosidad indígena con la cristiana. Durante cinco siglos, la Virgen de las Nieves ha sido protectora de la isla en tiempos de calamidad, tanto con motivo de enfermedades, naufragios y accidentes y su acción mediadora está documentada en periodos críticos de la vida socio-económica de la isla cuando ésta ha estado amenazada por la devastación de plagas, sequías y erupciones volcánicas. La Virgen de las Nieves fue reconocida oficialmente por la Iglesia Católica como Patrona de la isla de La Palma, por acuerdo aprobado por la Sagrada Congregación de Ritos el 13 de noviembre de 1952. Asimismo, el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma le otorgó por acuerdo plenario de 17 de agosto de 1942 el título de Alcaldesa Honoraria de la ciudad, que le ha concedido luego la totalidad de los catorce municipios de la isla.

2. Ritualidad

El programa de los actos tradicionales de la Bajada de la Virgen va encaminado a acoger a la imagen. Es un protocolo de recibimiento perfectamente horneado a lo largo de los siglos y donde todo encaja a la perfección gracias a su significado alegórico. Se compone de una veintena de actos de carácter tradicional en los que a través de las diferentes artes se rinde pleitesía a la Virgen de las Nieves. Incluso, aspectos comunes a todo ciclo festivo, como los fuegos artificiales, las fiestas de arte o su recibimiento, que cuenta con música propia, se han adaptado siempre a la esencia de un programa eminentemente mariano y exclusivo.

3. Simbolismo

Todos los números tradicionales que componen el guión de la Bajada de las Nieves tienen un porqué y un significado. En la programación lustral se hace patente la estructuración de dos clases de festejos, unos de semántica civil y otros puramente religiosos que, sin embargo, se aúnan para celebrar un mismo motivo. En este sentido, sirvan de ejemplos: 1) la Procesión e Izado de la Bandera de María y la ceremonia de subida y arriada de la bandera en el Castillo de la Virgen durante todos los días que dura la fiesta; 2) la romería de bajada y de subida del trono, la primera a través del camino real de El Planto y la segunda por el barranco de Las Nieves, el mismo trayecto que realiza la imagen en su bajada; 3) el jueves de la Semana Grande, con las danzas de imaginería festiva (Mascarones y Enanos) y el antiguo repique general de campanas, que constituyen un figurado pregón de la inminente bajada; 4) la Batalla de Flores, cabalgata mecanizada que en la tarde del viernes de la Semana Grande deja el pavimento de las vías por donde transita con un manto de flores, ofrenda callejera para el paso por la noche del Carro Alegórico y Triunfal, el último número que anuncia (y por ello, el más solemne) la inminente bajada de la imagen; o 5) los números más sencillos, como la cabalgata anunciadora, que ha tenido un carácter vinculado a la historia mediadora de María de las Nieves o al acontecer de la isla.

4. Patrimonialidad

En la Bajada de la Virgen de las Nieves perviven manifestaciones festivas muy arcaicas, siendo el caso más relevante el Carro Alegórico y Triunfal, posiblemente el único auto mariano del Barroco conservado en España. Otros números de datación secular y fuertemente arraigados en la tradición festiva hispánica ya desaparecida en otros puntos de la geografía nacional son las danzas coreadas infantiles (características del Corpus, puestas al servicio del culto mariano en la Bajada); las loas de recibimiento, de las que hoy sólo perviven la que pone en escena en la plaza de España el domingo de la Semana Grande, a la llegada de la imagen a la iglesia parroquial de El Salvador y la recientemente recuperada loa de despedida, representada en el barranco de Las Nieves en la procesión de subida al santuario; el desfile nocturno de la Pandorga; y el Diálogo del Castillo y la Nave, curiosa derivación de las fiestas de moros y cristianos en el contexto canario, en el que las amenazas han tenido casi siempre marca marítima, en especial, por la piratería.

5. Originalidad

La Bajada de la Virgen de las Nieves ha creado números propios y exclusivos, adaptados al programa de recibimiento de la Virgen de las Nieves, entre los que cabe citar: la Danza de Enanos, evolución de los gigantes y cabezudos presentes aún en muchos festejos nacionales; la Danza de Acróbatas, evolución exclusivamente local de los espectáculos circenses del siglo xix y que en Santa Cruz de La Palma propiciaron la formación de sociedades gimnásticas dedicadas al culto mariano a través de acrobacias con figuraciones y coreografías de significación mariológicas; o el Festival del siglo xviii, derivado de las danzas infantiles presentes en el mismo ciclo lustral.

6. Multiplicidad

Todas las artes toman parte en la fiesta de la Bajada. Dentro de las disciplinas espectaculares, el teatro, la danza y la música. En el orden de las artes plásticas, la arquitectura (en especial, las efímeras), la pintura y la escultura. Y, dentro del ámbito literario, el teatro, la poesía, la oratoria y la crónica. Esta fusión artística es resultado de la raíz barroca de la fiesta, creada no en vano en la segunda mitad del siglo xvii, momento culminante del llamado Siglo de Oro español.

7. Renovación

Dentro de los parámetros preconcebidos y del barroquismo histórico de la fiesta, el estreno de coreografías, letras y músicas en cada edición ha sido una constante evolutiva de la Bajada de la Virgen. De este modo, textos del Siglo de Oro han convivido con creaciones románticas y con especies contemporáneas, como ponen de relieve los casos más significativos de autores tan prolijos y representativos como Juan Bautista Poggio Monteverde (1632-1707), autor barroco que llena las primeras ediciones lustrales, Antonio Rodríguez López (1836-1901), romántico que ocupa la segundad mitad del Ochocientos, o Luis Cobiella Cuevas, creador marcadamente neobarroco y neosimbolista, que ha venido a conquistar la segunda mitad del Novecientos, dejando los aportes más recientes. La Bajada de la Virgen, a pesar de disponer de unas pautas muy marcadas y unos números muy definidos, en cada edición incorpora letras y músicas en muchos de los actos tradicionales. Cada centuria, además, dentro del marco alegórico de la fiesta, ha aportado uno o más números nuevos. Todo ello ha conformado un patrimonio literario y musical de cinco siglos, privativo para una fiesta y único, por tanto, en España.

8. Participación

La Bajada de la Virgen de las Nieves se realiza con una participación ciudadana a todos los niveles durante el proceso preparatorio hasta la celebración. Escritores, músicos, coreógrafos, actores, carpinteros y cerrajeros, pintores, escultores? todos actúan en la doble funcionalidad festiva: su organización, que cuenta con un órgano propio de autogestión que aglutina la representación de todos los ámbitos sociales, el Patronato Municipal de la Bajada de la Virgen, integrado por autoridades políticas, asociaciones de vecinos, patrocinadores y colaboradores.

9. Autenticidad

La Virgen de las Nieves está presente explícita e implícitamente en todas las manifestaciones de la Bajada. Con frecuencia, en la iconografía contemporánea de la Virgen, aparece acompañada de diferentes elementos festivos de la fiesta. Existen, además, componentes de algunos espectáculos, como ocurre con los actores de la Danza de Enanos, que ofrecen una misa y una procesión oferentes a la Virgen como promesa de fidelidad y adhesión.

10. Unicidad

La Bajada de la Virgen de las Nieves es una fiesta viva, insólita, de profundo significado, llena de originalidad y creatividad, conserva algunas manifestaciones muy arcaicas procedentes del Barroco y se halla imbuida de valores religiosos, antropológicos y patrimoniales de enorme calado.

Considerando que, de lo expuesto se desprende que las Fiestas Lustrales de La Bajada de La Virgen, es una manifestación comprendida plenamente en la definición plasmada en el artículo 2.1 de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, aprobada por la Conferencia General de la Unesco, en su trigésimo segunda reunión, en París, el 17 de octubre de 2003, que define el «patrimonio cultural inmaterial» como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas «junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes, que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos, reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana»; siendo que en el párrafo 2 a) del mismo artículo se especifica que el «patrimonio cultural inmaterial» se manifiesta en particular en las «tradiciones», y que el 2 c) alude a los «usos sociales, rituales y actos festivos».

De acuerdo con todo ello y de conformidad a lo establecido en la meritada Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, declaramos que se someta a la consideración del Pleno de este Ayuntamiento la aprobación del siguiente acuerdo:

Que se solicite a la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, la proposición de candidatura de la Bajada de la Virgen de las Nieves de La Palma a fin de que se eleve propuesta, al Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, de incoación de expediente para la proclamación de la Bajada de la Virgen de las Nieves de La Palma «Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad».

En Santa Cruz de La Palma, a once de abril de dos mil trece.