La Negra Tomasa ha sido recibida en la mañana de este lunes de Carnaval, Día de Los Indianos, en el muelle de Santa Cruz de La Palma por las autoridades y ha comenzado su seductor baile caribeño por las calles de la ciudad aclamada por cientos de personas. Con un vestido azul de Prusia y rojo, con volantes, y sus descomunales pestañas, está cautivando, un año más, el corazón indiano, que late en la capital.
“No me rindo. Dios me dio la salud, las piernas y el corazón, y estaré el próximo año otra vez, pero es que estoy en forma”, ha asegurado a este periódico.
“El recibimiento en el muelle me emociona, porque yo quiero a los palmeros y ellos me quieren a mí, es muy bonito, yo me dejo querer y lo palmeros también se dejan querer, porque con vinagre no se cogen moscas”, sonríe con ironía.
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