Alerta de riesgo de incendios forestales en La Palma: rally sí, actividad cinegética no

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En la última década, las alertas meteorológicas declaradas por el Gobierno de Canarias han aumentado de manera exponencial. Si acudimos al historial de alertas de la web de esta entidad, podemos observar que, un gran número de éstas, están relacionadas con las altas temperaturas y, por consiguiente, por el riesgo de incendio forestal que conlleva.

Algunas actividades en el medio natural, como es la caza mayor en La Palma, con aproximadamente cuarenta años de servicio y piedra angular en la gestión de las poblaciones de arruí en los espacios naturales insulares, ha experimentado las consecuencias directas del cambio climático y, por tanto, de la declaración constante de este tipo de alarmas. Antes del año 2010 cazábamos con olas de calor; con mayor prudencia, menos tiempo en el campo por las circunstancias meteorológicas, pero podíamos desarrollar la jornada de caza extremando las medidas de seguridad y precauciones. Sin embargo, en la última década, tras la vigencia de este tipo de avisos, la actividad cinegética es la primera en ser suspendida de manera cautelar, mientras que se permiten otros eventos que, a priori, consideramos, conllevan un mayor riesgo para la seguridad de los montes.

No obstante, no queremos que el lector piense en que esta queja es fruto del egoísmo acérrimo del cazador en ejercer su derecho a cazar sin importar la conservación de nuestros montes, no, pues ya llevamos así casi una década. Solo que existen otras actividades con un alto riesgo de generar un incendio y que se llevan a término mientras la caza queda suspendida. Cuenta de ello la dimos públicamente a través de un medio local de información bajo el título 'Practicantes de la caza en La Palma, los principales afectados por la constante declaración de alerta de riesgo de incendios forestales' (lavozdelapalma.com; año 2017). En aquella situación del año 2017, la caza mayor sufrió el agravio comparativo de haber sido suspendida en diversas ocasiones mientras se desarrollaron otros eventos tales como una prueba automovilística por entornos forestales (Rally senderos de La Palma 2017) o la celebración de la Romería de La Galga, esta última en las inmediaciones de un espacio natural protegido, concretamente muy cerca del Parque Natural Las Nieves (P-3).

Por otro lado, la historia reciente nos dejó un conato de incendio en el municipio de Garafía durante el Rally Senderos de La Palma en el año 2021 cuando la salida de pista de uno de los vehículos participantes se incendió generando un conato que pudo terminar en un gran incendio forestal. Esta noticia se difundió a través de diversos medios digitales locales de información y puede accederse a día de hoy a través de internet.

Sin embargo, años más tarde, y tras la declaración de alerta de riesgo de incendios, el agravio comparativo que sufre la caza en esta isla, persiste. Mientras la caza mayor y adiestramiento de perros por encima de los 800 msnm permanece suspendida desde la publicación del decreto del presidente número 2024/6953 de fecha de 11/07/2024, el sábado día 13 de julio, se permitió el desarrollo de una prueba automovilística en entornos forestales, en cotas de altura desaconsejadas por dicho decreto y, por si fuera poco, con dos tramos que transcurrieron muy cerca de un espacio natural protegido, el Parque Natural de Cumbre Vieja (P-4). Hablamos del Rally Senderos de La Palma 2024.

En el decreto citado anteriormente, en su punto número cinco, cita lo siguiente: “Suspender los actos festivos, lúdicos o deportivos, por encima de la cota 800, que se celebren por pistas que transcurran por el interior de montes o terrenos forestales que hayan sido autorizados por el Servicio de Medio Ambiente y Emergencias.”. El tramo Pared Vieja-Breña Alta no solo discurre por un entorno forestal de monte-verde, sino que además el inicio del tramo se sitúa a una altura de 1.200 metros sobre el nivel del mar. Otro de los tramos, citado por la organización como 'Hola El Paso', sucedió por un entorno agrícola forestal, concretamente en su etapa final, con gran cantidad de combustible vegetal disponible.

Desde Cazadores de Canarias queremos manifestar nuestra preocupación por el trato desigual que sufre la actividad cinegética por parte de las instituciones en la isla de La Palma desde hace ya varios años, concretamente la modalidad de caza mayor. Decenas de cazadores, todos los fines de semana, se desplazan desde otras islas, sufriendo pérdidas económicas relacionadas con el hospedaje y los desplazamientos aéreos y/o marítimos o bien derrochando los escasos días de asuntos propios que disponen en el trabajo para asistir a unas jornadas de caza mayor que no llegan a suceder.

Instamos a que desde el área de Medio Ambiente se tomen soluciones al respecto y se revalorice el papel de la actividad cinegética como herramienta de gestión en los espacios naturales insulares.