El suicidio es un evento que afecta globalmente a las familias, comunidades y países.
Mundialmente cada año se suicidan casi un millón de personas o sea una cada 40 segundos.
Además es importante saber que por cada muerte hay 20 intentos.
En España el suicidio afecta cada día a 11 personas.
También es la principal causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años, (perdemos a dos adolescentes cada semana) o sea que hay más de 200 personas que intentan quitarse la vida diariamente en nuestro país.
Algunas señales de alerta son los cambios de carácter, rutinas, alimentación o búsqueda de la soledad. El suicidio no es una llamada de atención, es la incapacidad de gestionar un sufrimiento extremo y no encontrar otra salida.
Los expertos, de hecho, hablan de las Tres ‘D’ que puedan llevar a la conducta suicida: dolor, desesperanza y desvinculación.
Cómo evitar las muertes
Para evitar muertes es muy importante fortalecer el entorno familiar y social de la persona en riesgo de suicidio.
Clave para aumentar la protección es hablar de salud mental en niños, niñas y adolescentes, es hablar de evitar sucesos determinantes que les provoquen un agujero en el alma irrecuperable.
En las aulas
¿Con qué herramientas cuentan los centros educativos para detectar si hay sufrimiento en alguno de los estudiantes?
Se echa en falta que alguien ayude, que diga cómo actuar y se solicitan psicólogos o personas que sean capaces de asesorar a los profesores.
Tengamos en cuenta que en un centro de secundaria de mil alumnos hay una media de 15 estudiantes con protocolos abiertos por riesgo de suicidio.
La labor de los medios de comunicación
En algunas facultades de Periodismo el tema del suicidio es todavía una línea roja que no se debe traspasar para no provocar un ‘efecto llamada’. No obstante, de un tiempo a esta parte, los medios de comunicación empiezan a informar sobre suicidios de una manera rigurosa.
Para elaborar este tipo de información hay que estar muy formados. Es bueno recurrir a expertos que sepan orientar y aportar siempre recursos de ayuda, de manera que si esa noticia la lee alguien vulnerable, sepa dónde puede acudir.
Es importante y reiteramos la necesidad de acabar con el estigma del silencio, que hace mucho daño e impide a las personas que sufren pedir ayuda y a las personas de su entorno saber acompañarles.
Sigue existiendo el estigma por muchos motivos. Los familiares supervivientes sienten culpabilidad y vergüenza y, en muchas ocasiones, les cuesta trabajo hablar de ello.
Parece ser que el Senado vista la situación actual, tiene ya listo su primer plan de trabajo para elaborar en los próximos meses un Plan Nacional contra el Suicidio, noticia que es importante para todos.