Incendios, peor que hace 20 años

Hace 20 años el Cabildo de La Palma, entidad competente en materia de control y extinción de incendios, contaba con 26 retenes para los trabajos de campo en la extinción de incendios, de los cuales hoy sólo quedan 9 retenes, y los demás retenes existentes en períodos de máximo riesgo, han pasado a ser personal de diversas subcontratas como Tragsa o Gesplan. A pesar de ello, las personas que componen esos 9 retenes son los mismos que formaban los retenes hace 20 años, por tanto son 20 años más viejas, no habiendo sido renovadas por nuevo personal. A pesar de mis 50 años, tengo que reconocer que en cuanto a las tareas propias de extinción de incendios, una persona de 30 años tiene más capacidad que un servidor, por tanto esos retenes empiezan a no ser todo lo efectivo que fueron hace 20 años.

Hasta el último gran incendio, casi siempre se identificaba incendios con pérdidas materiales, pero por desgracia, una persona muy querida del personal de Medio Ambiente de la Isla perdió la vida, y de igual modo que perdió la vida ese señor, podemos tener incendios con vientos de 90 km/hora en algunos municipios con masa forestal cercana a núcleos poblaciones de cierta relevancia, como Puntagorda, Garafía, Tijarafe, Fuecaliente; incendios que podrían causar nuevas víctimas mortales.

Aunque ya escribiré sobre esto, me da mucha rabia actuar de pepito grillo, el cual comenta lo que todo el mundo sabe, pero que nadie se atreve a decir, lo que se complementa con los comentarios de allegados, que cuando aporto advertencias y sugerencias siempre me dicen “sigue haciendo amigos”, cuando lo único que hago es aportar ideas y planteamientos que nos permitan progresar. Espero y deseo que, quien lea estas líneas, piense honestamente que persiguen ayudar y no dar caña, como mucho tonto del bote piensa cuando lee mis textos, ya que se les oye comentar “ya está este dando caña”.

Volviendo al tema de los incendios, los técnicos de reconocida capacidad se encuentran hundidos en papeles, por tanto no se pueden dedicar a la prevención del fuego, no pueden estudiar y proponer nuevas y más eficaces medidas. Sería conveniente que pudieran dedicar 6 meses al estudio del fuego en La Palma, o a realizar un master sobre fuego que tuviera como trabajo final de master, el conocimiento exhaustivo del fuego en La Palma.

Un servidor detecta que la dejadez que se aprecia en la Isla en materia de extinción, es debida a que siempre se cuenta con ayuda externa, como la Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF), la Unidad Militar de Emergencias (UME), o los Equipos de Intervención y Refuerzo en Incendios Forestales (EIRIF) del Gobierno regional, pero si nos encontramos con un conato de incendio en La Palma, cuando ya hay un incendio relevante en otra Isla, con vientos en ambas islas de 90 Km/hora, ya no podríamos contar con esa ayuda y entonces se constatará la necesidad de dar respuesta a este desafío.

¿Qué necesitamos en La Palma para luchar contra el fuego? Una serie de protocolos, los cuales basados en el conocimiento adquirido por los técnicos del modo mencionado anteriormente, más la experiencia de los lugareños, y la estadística, nos indiquen en cada momento como actuar. Protocolos que tienen que indicar donde se debe cortar o quemar ante cualquier circunstancia. No hay otra solución que la de establecer protocolos, donde las actuaciones estén claramente jerarquizadas, si queremos estar definitivamente preparados contra el fuego.