Convivir en paz va mucho más lejos que el término “vivir tranquilo” o “no participar en guerras”; La Paz no es solo la ausencia de conflictos, convivir en paz consiste en aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás. Es un proceso positivo dinámico y participativo que promueve el diálogo y aporta soluciones a las desavenencias en un espíritu de entendimiento y cooperación mutua. Un proceso necesario para el desarrollo sostenible que deseamos su cumplimiento.
Buscar los acuerdos, no los desacuerdos, propiciar la relación de aunar esfuerzos, no hacernos partícipes de ver conductas y manifestaciones públicas en las que priman otras influencias que desvían el camino hacia la convivencia en Paz. Como seres humanos necesitamos la tranquilidad propia para conciencia satisfactoria, hacia mayor logro de la cohesión social del dialogo compartido, llamado a solucionar los problemas acuciantes, donde se exaltan otras influencias ideológicas de polarización, confrontaciones, luchas, sin tener en cuenta el necesario cultivo del bien común; incrementado todo ello por unos servicios/medios de la comunicación que priman al periodismo financiero o de pánico, redes sociales que tratan con el mismo grado las injusticias, el hambre, los conflictos bélicos, la explotación sexual, el trato a los más débiles tan necesarios para con nuestros mayores y nuestros menores, etc. Una guerra mediática en las redes debería ser en Paz, porque simple es si ella fluiría a una realidad bien informada y con éxito. En su libertad se olvidan de los objetivos del desarrollo sostenible, también de la importancia de propiciar sociedades pacíficas, justas e inclusivas que estén libres de temor y violencia.
“No puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible”. La cultura de la Paz implica que los/las responsables públicos sean capaces de poner a disposición de la ciudadanía los recursos necesarios, para que su paso por el sistema suponga una experiencia satisfactoria que redunde en las relaciones humanas de la que son protagonistas, alcanzar, sino una mejora, no dañar, estrechando lazos entre todos los miembros de la comunidad. Redoblar nuestros compromisos y nuestros esfuerzos, participar en el conflicto y gestión, propiciando la meta, así lograremos alcanzar el principio de sostenibilidad y COHESION SOCIAL, que quiero recordar en este día 16 de mayo de 2021 cuando las Naciones Unidas declaró esta fecha Día internacional de la Convivencia en Paz, con el objetivo de eliminar todas las formas de discriminación e intolerancia, involucrando a la sociedad civil en el fomento del diálogo entre religiones y culturas.
Decía Ortega y Gasset que el tigre no se puede destigrarse, pero el ser humano vive en riesgo permanente de deshumanizarse… Reflexionemos sobre ello y brindemos hoy con el deseo de un mundo mejor, hacia una feliz convivencia en Paz.
Milagros Fuentes González
Adjunta al Diputado del Común