Lástima da contemplar
el estado del paisaje
y escuchar al paisanaje
a los santos implorar.
Las higueras de El Pinar
están secas y estresadas,
la mayoría acabadas
como ocurre en Tecorón:
¡antes había un montón,
ahora están momificadas!
Jócamo, 12.X.2024
NOTA: La higuera (Ficus carica) es un árbol históricamente vinculado a la cultura mediterránea, aunque sus orígenes se localizan en el oeste asiático.
Se trata de una especie caducifolia, con hojas grandes, lobuladas y ásperas al tacto y que al igual que las ramas contienen un látex lechoso utilizado en medicina popular para cauterizar verrugas y caries.
Los higos, mal llamados frutos, tienen una estructura compleja denominada sicono, que encierra a las minúsculas flores, con la particularidad de que las masculinas y femeninas pueden convivir en siconos del mismo individuo (monóicos) o de diferentes (dióicos). La sexualidad, polinización y fecundación en la higuera es un capítulo complejo de gran interés biológico y cultural.
Consecuencia de ello es la existencia de diferentes tipos de higos o brevas, que se consumen frescos o pasados.
En Canarias, las higueras se han cultivado en la zona baja de las islas, donde gozan de acreditada resistencia a la sequía.
Tradicionalmente han sido muy valorados los higos herreños, por su sabrosa textura. En épocas históricas hubo un intenso comercio de intercambio con productos de otras islas.
En la actualidad la producción está muy mermada por el abandono generalizado del campo y por la pertinaz escasez de lluvias, que está motivando la sequía de las higueras de forma irreversible, como ocurre en el municipio de El Pinar, famoso por sus frutales de secano: almendreros, higueras y tuneras, entre otros.