Cursó estudios de Historia en la Universidad de Salamanca y es monitor autonómico de ajedrez. Necesita el sol para vivir.Desde el comienzo de su etapa universitaria tiene inquietudes políticas. Considera que el sistema capitalista es el responsable de la actual crisis y cree que la izquierda debe hacer autocrítica porque ha incurrido en “demasiadas renuncias”. Es responsable insular de la política de comunicación de IUC. No tiene vehículo propio y en la cocina, más allá de la pasta y el arroz, se pierde. Lamenta que La Palma se haya vuelto conservadora, pero tiene esperanzas de que “quede algo” de aquella Semana Roja de 1936.
-¿El sistema capitalista es el que ha causado esta crisis?
-En buena medida, sí. Más allá de que algunos busquen responsabilidades en los políticos que nos han gobernado en los últimos tiempos, el problema de fondo es el capitalismo. Creo que este sistema no es la solución, y las medidas que se están implantando para solucionar la crisis van en el sentido contrario, es decir, a apuntalar aún más un capitalismo que nos conduce al desastre.
-¿Qué estación prefiere?
-El verano, siempre. Cuando estudiaba en Salamanca, lo que menos me gustaba era la falta de claridad. Necesito mucho el sol, anímicamente me ayuda a vivir.
-¿Cuál debe ser el papel la izquierda en estos tiempos?
-Creo que el papel de la izquierda política tiene que ser el de canalizar en las instituciones las reivindicaciones que las diferentes 'mareas', sindicatos y otros movimientos sociales están realizando en todo el país contra los recortes y las políticas de ajuste. Esto es algo que me parece que queda resumido en el lema de la X Asamblea Federal de IU: 'Transformar la movilización en organización, la rebeldía en alternativa y la alternativa en poder'.
-¿Le gusta la cocina?
-Menos de lo que debería. Como estudiante tengo conocimientos mínimos y rudimentarios para escapar, pero más allá de la pasta y el arroz estoy perdido.
-¿Qué propone IU para sacar al país de la situación en la que se encuentra?
-Desde Izquierda Unida consideramos que la crisis tiene salida, pero con el Gobierno del Partido Popular, no. Por ello, pedimos la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones, y planteamos a la ciudadanía que hay otras políticas alternativas a las actuales; políticas que pasarían, entre otras, por la creación de una banca pública, una reforma fiscal justa, una auditoría de la deuda rechazando el pago de aquella considerada 'ilegitima', la recuperación de empresas privatizadas, la derogación de la Reforma Laboral, la dación en pago retroactiva o la renta básica para las personas que carecen de ingresos.
-¿Cuál es su escritor favorito?
-No tengo un escritor favorito, pero sí una novela que me marcó mucho en el instituto: 'Réquiem por un campesino español', de Ramón J. Sender. Creo que con los años cambió un poco mi forma de pensar a la hora de posicionarme en un sentido o en otro ante los problemas y la realidad que me ha tocado vivir.
-¿Reivindica sus derechos el palmero?
-Menos de lo que debería. Ahí tendremos también responsabilidad los que no hemos sabido llegar a la mayoría de los ciudadanos, pero, en general, con la situación actual que tenemos, con una tasa de paro que se sitúa en la Isla en torno al 35%, y con la precariedad y temporalidad brutales, debería haber muchísimos más palmeros protestando y reivindicando sus derechos de los que lamentablemente hay, pero eso no nos debe llevar a la resignación y a la melancolía, y a pensar que no se puede hacer otra cosa. Nosotros pensamos que sí se puede y por eso estamos en política.
-¿Qué le ha enseñado el ajedrez?
-El ajedrez me ha enseñado varias cosas, porque más allá de las recomendaciones que se hacen a los padres de que es bueno para la concentración y la lógica (yo soy muy malo en matemáticas y tampoco soy muy bueno en ajedrez), me ha permitido conocer mucha gente y desarrollar una profesión tanto en La Palma como en Salamanca. El contacto con los niños y la docencia es una actividad interesante. Aunque parezca paradójico, a mí, jugar un viernes por la tarde una partida de la liga por equipos o del campeonato insular, me produce relajación y tranquilidad, algo que otras personas encuentran en la música o la lectura, por ejemplo.
-¿Cómo ve el futuro de España con las políticas que está aplicando el PP?
-Bastante negro, porque creo que son erróneas y que van en contra de los intereses de la mayoría, perjudicando fundamentalmente a la clase trabajadora, con medidas, como la Reforma Laboral, que contribuyen al empobrecimiento masivo de la sociedad. Frente a esas políticas de ajuste y de recortes, se siguen salvando a los bancos y haciendo una política que beneficia a unos pocos frente a la mayoría de la población.
-¿Cuál es su sueño?
-Intentar ser feliz.
-¿Qué ha originado la crisis de la izquierda?
-Por un lado, el agotamiento del proyecto socialdemócrata. Primero con Felipe González y luego con las políticas de ajuste de Rodríguez Zapatero a partir de mayo de 2010, dentro de la crisis que aqueja al proyecto socialdemócrata europeo, que ha renunciado a plantear una política económica alternativa, incluso dentro del propio sistema capitalista, a liberales y conservadores. Por otro, la incapacidad de la izquierda transformadora, que en España representa Izquierda Unida, por generar un discurso y una práctica política ilusionante tras la caída del Muro de Berlín y el derrumbe de la URSS. Todo ello en un contexto de hegemonía conservadora, simbolizada en las políticas neoliberales de Thatcher y Reagan.
-¿Qué medio utiliza para desplazarse?
-En La Palma, la guagua, y el coche cuando me lleva alguien, porque a mis 29 años sigo sin tener carné de conducir. Quiero resaltar aquí los problemas que tenemos aquellas personas que no disponemos de vehículo propio porque las líneas de transporte son muy deficitarias. En esta Isla hay una obsesión por el vehículo particular, y si no cuentas con él, te quedas fuera de muchísimas actividades.
-¿Cómo ve el panorama político en la Isla?
-Bastante interesante, porque desde Izquierda Unida estamos trabajando para plantear una alternativa a los tres grandes partidos (CC, PSOE y PP) que se han repartido el poder en las diferentes instituciones. Creemos que ahora es un buen momento porque, además, se da la coyuntura de que están pactando esos tres partidos entre sí, y frente al más de lo mismo, podemos representar una alternativa. En La Palma, IUC ha incorporado a un grupo de personas jóvenes, sobre todo en la zona del Valle de Aridane, y vemos con ilusión la posibilidad de que haya cambios en el panorama político.
-¿Quién es su referente en política?
-Yo no me acabo de identificar con un dirigente o un político concreto. Siempre he intentado que mi ideología se acomode en un proyecto político, en este caso Izquierda Unida.
-¿Por qué la clase trabajadora vota a partidos de la derecha?
-Aquí habría que hacer autocrítica, y preguntarnos por qué los partidos que nos consideramos representantes de los trabajadores no hemos llegado. Hay una cuestión fundamental que es la pérdida paulatina de lo que antaño se llamaba 'conciencia de clase', desde el proceso de Transición hacia adelante. En esa pérdida han influido varios factores. Por un lado, ha habido una gran campaña ideológica, la denominada 'revolución conservadora', el neoliberalismo, que introdujo el 'sálvese quien pueda', el individualismo extremo, el capitalismo popular en el que todos prácticamente podíamos hacernos ricos jugando en la bolsa, que influyeron y mermaron la conciencia de clase, haciendo olvidar que los trabajadores tienen que estar unidos frente a los que poseen los medios de producción. Por otro, los partidos de izquierda y las organizaciones sindicales tendrían que hacer autocrítica porque algunas veces hemos dejado de cumplir el papel que se esperaba de nosotros con demasiadas renuncias y demasiados pactos, y hay que intentar revertir la situación porque estamos viendo que si la izquierda y los sindicatos no sacan a los trabajadores de la crisis, el actual Gobierno y las actuales políticas no lo van a hacer.
-¿Cuáles fueron sus últimas vacaciones?
-En Salamanca, en los Carnavales de este año.
-¿Cómo definiría a La Palma ideológicamente?
-Es una isla de contrastes. Hay, por una parte, una fuerte y arraigada mentalidad conservadora, que, muchas veces, creo que es más un conservadurismo por tradición que por convicción o ideología. Pero también hay una isla que presenta aspectos alternativos, innovadores, que siempre ha estado a la vanguardia de la recepción de muchas ideas, donde el movimiento ecologista ha tenido una fuerte presencia. Es una isla difícil de definir, aunque con el paso de los años se ha ido volviendo conservadora, pero a mí siempre me gusta recordar que La Palma fue la última del Archipiélago en resistir el golpe de Estado del 18 de Julio. En la denominada 'Semana Roja' se mantuvo fiel a la legalidad republicana, así que tenemos la esperanza de que algo quede y que no sea solo el conservadurismo el que impere.
-¿Ve programas televisivos?
-Poco. Prácticamente las noticias y el fútbol.
-¿Confía en que IU llegue a formar parte del gobierno de España?
-Sí, porque no hay ningún fatalismo en que el sistema actual del bipartidismo imperfecto no pueda cambiar la correlación de fuerzas. Tenemos países de nuestro entorno, como es el caso de Grecia, donde aplicar políticas contrarias a los intereses de los trabajadores ha llevado al partido del Gobierno a ser superado por la formación equivalente en España a Izquierda Unida. En un momento dado, nada impide a la gente optar por alguien que no ha tenido responsabilidades de Gobierno y que puede plantear unas políticas alternativas, incluso dentro del capitalismo (que algunos pensamos que no es el sistema) para que la mayoría de la población tenga bienestar, porque la política debe estar para resolver los problemas de los ciudadanos, no para generarlos.
-¿Compra en grandes superficies?
-Intento no comprar, aunque reconozco que aquí caigo en alguna contradicción ideológica; intento ser consecuente con mis pensamientos, pero es complicado.
-¿Qué modelo económico defiende para La Palma?
-Claramente una economía diversificada en todos los sectores. No podemos sustituir el monocultivo del plátano por el monocultivo del turismo ni tampoco por la propuesta disparatada de paraíso fiscal que propone CC o fiarlo única y exclusivamente a las nuevas tecnologías. La Palma tiene muchas potencialidades en el sector primario, algo que ha sido histórico, pero también se podría apostar por pequeñas industrias de transformación que no impacten en el medio, porque hay determinados cultivos y productos que permitirían un desarrollo económico más diversificado y que no se está apostando por ellos. Siempre se recurre a las medianías en campaña electoral y se olvidan de ellas en la legislatura. La Isla debe ser sostenible territorial y ambientalmente, no fiarlo todo a destruir la naturaleza para buscar un beneficio a corto plazo con campos de golf y hoteles. Apuesto por una Isla en la que todos podamos vivir.