“Algunos creen que ser de izquierdas es solo tener carnet del PSOE o de un sindicato”

Jesús Besay Rodríguez Cabrera (Garafía, 1986) es ingeniero técnico Industrial en Mecánica por la Universidad de La Laguna y en la actualidad compagina labores ganaderas en una pequeña explotación familiar con la finalización de sus estudios de Ingeniería de Organización Industrial en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Del nuevo Gobierno del Cabildo integrado por socialistas y populares, opina que es “más de lo mismo, porque cambian los actores pero no el decorado”. Con las políticas del PP a nivel nacional, no está sorprendido. “Era de esperar que aplicaran medidas neoliberales que iban a perjudicar a las clases populares”, asegura.

-¿Qué retos se marca como nuevo coordinador de IUC en La Palma?

-Considero que llevar este barco a puerto es fácil porque tenemos ideología y nos sobra argumento. Lo dificultad está en que no disponemos de los recursos que tienen los partidos del poder. Por eso creo que mi reto en lo interno es hacer crecer a IUC tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Es decir, conseguir que seamos más y que tengamos mejor organización y mayor formación política e ideológica. Por otro lado, hay otro reto que escapa del contexto de IUC, pero sobre el que tenemos que influir. Me refiero a la participación política de la ciudadanía. Es necesario articular movimientos sociales que organicen a las personas que tengan un interés común. Entre ellos, los sindicatos.

-¿Cómo ve la situación de la izquierda en la Isla?

-Lo que yo considero 'izquierda', creo que está aún por construir en La Palma, puesto que la izquierda organizada somos una minoría. Hay muchas personas que tienen ideología de izquierdas pero no se organizan, otras que creen que ser de izquierdas es solo tener el carnet del PSOE o de un sindicato, y hay incluso gente que piensa que todo se soluciona presentando una candidatura a las elecciones con un nombre nuevo y bonito. Para construir la izquierda en La Palma haría falta un serio trabajo de concienciación social para canalizar el descontento de las personas más rebeldes hacia esfuerzos colectivos.

-¿Percibe desencanto ciudadano con los partidos mayoritarios?

-Se percibe mucho desencanto, pero también muchas veces un trato injusto. El discurso que más se oye es el de “todos son iguales” y nos meten a todas las formaciones políticas en el mismo saco. Hay que recordar que Izquierda Unida se ha opuesto a todas las políticas del PP y el PSOE que nos han llevado a esta situación de crisis: nos opusimos a la OTAN, al euro, al rescate a la banca, a los desahucios de viviendas, a los recortes en sanidad y educación, a la reforma de la Constitución para que se pague primero la deuda o al recorte de las pensiones.

-¿Cómo afronta IUC las elecciones de 2015?

-Aún queda mucho camino por recorrer, y con la rapidez con la que se desarrollan los acontecimientos políticos, ni siquiera hemos empezado a valorar cómo afrontar las elecciones europeas del próximo mes de mayo, que consideramos muy importantes porque con un cambio en la correlación de fuerzas en el Parlamento europeo se podrían frenar muchas medidas neoliberales que nos afectan también localmente.

-¿Confía en que pueda tener representación en las instituciones?

-Según las encuestas, tenemos una tendencia al alza que hasta ahora yo nunca he conocido durante los casi 10 años que llevo militando. Espero que en 2015 entremos en varias instituciones, aunque para mí esto solo sería un pequeño paso adelante. Nuestra aspiración es cambiar la sociedad y para ello nos puede ayudar mucho tener un concejal en cada ayuntamiento, pero el poder no solo está en las instituciones; la lucha también está en la calle.

-¿Qué valoración hace de la política que han venido desarrollando CC, PSOE y PP?

-Las tres formaciones son responsables de no haber sabido dar soluciones a problemas tan graves como el desempleo o el incremento de la exclusión social, ni plantear alternativas al monocultivo del plátano o al modelo turístico. Además, las tres han aplicado a conveniencia prácticas clientelares y caciquiles y no les ha importado pactar entre ellas solo con el fin de acaparar poder institucional.

-¿Qué opina del nuevo Gobierno del Cabildo integrado por populares y socialistas?

-Para mí es más de lo mismo, porque la manera de hacer política no cambia. Cambian los actores pero no el decorado.

-¿Falta relevo generacional en los partidos?

-No quiero entrar a valorar lo que ocurre en otros partidos, pero tal vez tengan ese problema debido a la profesionalización de la política. En Izquierda Unida, años atrás hubo una ruptura generacional en toda Canarias que, por suerte, ya hemos solventado. Por un lado, estaban las personas que vivieron dos hechos traumáticos de los años 90, y por otro, las que no los vivimos. Me refiero a la desintegración de la Unión Soviética y la integración de la mayor parte de ICAN en Coalición Canaria. En IUC no dejamos atrás esa etapa histórica hasta que rompimos ese salto generacional y comenzamos a ocupar la primera línea quienes traíamos más aire fresco.

-¿Cuál es el perfil del militante palmero de Izquierda Unida?

-Tal vez un factor común sea un alto grado de concienciación social, pero no creo que exista un perfil común, puesto que Izquierda Unida es un movimiento político-social amplio que engloba a personas muy diferentes. Por ejemplo, en La Palma tenemos desde estudiantes hasta jubilados, desde comunistas hasta socialdemócratas, desde agricultores hasta maestros.

-¿Está sorprendido con las políticas que está aplicando el PP a nivel nacional?

-Es normal que mucha gente se sorprenda por las políticas que el PP impone en nombre de 'los mercados' y que pueden considerarse como una estafa para sus votantes al no haberlas propuesto en su programa electoral (copago sanitario, LOMCE, reforma laboral, etc.,). A mí no me sorprenden, puesto que era de esperar que aplicaran medidas neoliberales que iban a perjudicar a las clases populares de la sociedad. Sí me sorprende la rapidez con la que se están aplicando, y en mi opinión, se debe a que el PP es consciente que la legitimidad que le proporciona la mayoría absoluta no va a durar más allá de 2015.

-Es ingeniero industrial y trabaja en la explotación ganadera familiar ¿Desempeña esta labor por vocación o por necesidad?

-Principalmente por vocación, puesto que desde la infancia he estado muy apegado a las labores del campo. Es un trabajo muy sacrificado, pero me gusta y creo que hay muchas potencialidades de nuestro campo que podrían dar empleo. Por ejemplo, el queso, la almendra o la papa podrían emplear a mucha gente sin necesidad de exportarlos fuera de Canarias, solo abasteciendo el consumo del archipiélago. Por otra parte, también por necesidad, puesto que aquí las perspectivas de futuro en la ingeniería son muy malas e intento hacer frente a la presión económica y también social que nos fuerza a gran parte de los jóvenes a la emigración. Durante dos años (entre 2007 y 2009) estuve trabajando de ingeniero en La Palma, pero este oficio está muy perjudicado por el escaso desarrollo industrial de la Isla y por las consecuencias de la crisis del sector de la construcción.

-En su opinión, ¿Cuáles deben ser los pilares básicos de la economía insular?

-En este momento son turismo y agricultura. Yo considero que lo pueden seguir siendo, pero la economía debe planificarse para no depender tanto de factores externos tan frágiles como pueden ser los turoperadores o las subvenciones al plátano. Podríamos desarrollar un modelo turístico centrado en el senderismo y la valorización de nuestros recursos naturales (paisajes, patrimonio histórico, observación astronómica, etc.,) e ir sustituyendo parte de los cultivos de plátano por otros que también se puedan exportar o que sirvan para cubrir la demanda de las islas.