El presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, en la tradicional ofrenda al patrón de La Palma celebrada el sábado en Tazacorte, manifestó que “acogemos con afecto la llegada y el retorno de nuestros hermanos venezolanos, tengan estos o no la nacionalidad española”. Indicó que “la diáspora de ellos la vivimos como propia y esta tierra que se benefició de la generosidad de la Venezuela próspera, ha de responder, y responde, con solidaridad a quienes han elegido nuestra Isla por tener aquí raíces, o por mera y simple elección, como nuevo hogar. Sabemos que serán capaces también de ayudar con su trabajo y esfuerzo, a la prosperidad y bienestar que todos deseamos para esta Isla”.
Pestana, en su discurso, rogó “a San Miguel por La Palma y por las islas Canarias”. También lo hizo por “las tierras hermanas de Cataluña y Venezuela”. La primera para que “supere la división y el enfrentamiento y logremos, en el marco de nuestra Constitución, que el camino del entendimiento sea la única senda a transitar”.
Con respecto a “nuestra querida Venezuela, tierra de promisión para nuestra Isla, tierra de esperanza durante tantas décadas del pasado siglo XX”, apuntó que “no podemos mirar hacia otro lado y rogamos porque ese país abandone el camino del deterioro democrático, de la pérdida de libertades, del enfrentamiento civil y de la violencia. Condenamos esa deriva y miramos esperanzados a organismos internacionales para que colaboren en recuperar el respeto a los derechos humanos, el bienestar económico de un país rico por naturaleza, y una democracia que es, insistimos, la única vía para lograr una sociedad cada vez más justa”.
Recordó que “el esfuerzo de tantos palmeros que emigraron” a Venezuela “ayudó aquí al progreso de nuestra agricultura, de nuestro bienestar económico, al sustento de tantas familias...”
DISCURSO DE ANSELMO PESTANA EN LA TRADICIONAL OFRENDA 2018 AL PATRÓN DE LA PALMA
“Hace ahora cuatro años y tal día como hoy, dirigí al pueblo de la Villa y Puerto de Tazacorte, y al de la isla de La Palma, mi primera plegaria a San Miguel, arcángel protector de esta tierra desde su incorporación hace más de quinientos años a la realidad hispánica y europea. Hablaba entonces, y reitero hoy, nuestro compromiso, como Corporación Insular, con la ciudadanía de esta tierra para conseguir el bien común. Eran tiempos más difíciles que los actuales desde el punto de vista económico, y la imagen sagrada de San Miguel, nos servía -y nos ha de servir- de acicate para el esfuerzo encaminado y empeñado en buscar una sociedad más justa, más igualitaria. La balanza de la justicia no ha de ser sólo un símbolo, sino la idea que ha de inspirar toda actividad humana, en especial aquella que se desarrolla en la gestión de lo público, de lo común, de lo de todos y todas.
Te hemos pedido por esta tierra, la nuestra, por nuestra isla y por Canarias, pero también, y hoy lo reiteramos, por las tierras hermanas de Cataluña y Venezuela. La primera para que supere la división y el enfrentamiento y logremos, en el marco de nuestra Constitución, que el camino del entendimiento sea la única senda a transitar... y sí, nuestra querida Venezuela, tierra de promisión para nuestra isla, tierra de esperanza durante tantas décadas del pasado siglo XX, el esfuerzo de tantos palmeros que emigraron ayudó aquí al progreso de nuestra agricultura, de nuestro bienestar económico, al sustento de tantas familias.
No podemos mirar hacia otro lado y rogamos porque ese país abandone el camino del deterioro democrático, de la pérdida de libertades, del enfrentamiento civil y de la violencia. Condenamos esa deriva y miramos esperanzados a organismos internacionales para que colaboren en recuperar el respeto a los derechos humanos, el bienestar económico de un país rico por naturaleza, y una democracia que es, insistimos, la única vía para lograr una sociedad cada vez más justa.
Por eso mismo, acogemos con afecto la llegada y el retorno de nuestros hermanos venezolanos, tengan éstos o no, la nacionalidad española... la diáspora de ellos la vivimos como propia, y esta tierra que se benefició de la generosidad de la Venezuela próspera, ha de responder, y responde, con solidaridad a quienes han elegido nuestra Isla, por tener aquí raíces, o por mera y simple elección, como nuevo hogar. Sabemos que serán capaces también de ayudar con su trabajo y esfuerzo, a la prosperidad y bienestar que todos deseamos para esta isla.
En el ciclo anual que esta festividad de San Miguel supone e inaugura, vemos con esperanza la progresiva mejora económica que se va produciendo en La Palma. La mejora del sector primario, que ha ampliado la superficie cultivada en los últimos años, y que logra ahora mejores precios en los mercados de exportación de nuestras principales producciones, y que siempre precisa de la bendición de la lluvia, también presente este año en la plegaria a San Miguel; la paulatina reducción del desempleo, aunque aún lejos de alcanzar niveles razonables para una sociedad avanzada; la mejora y consolidación del turismo, que ha avanzado hasta lograr una conectividad nunca vista en nuestra Isla, con unos niveles de ocupación hotelera que nos eran desconocidos desde hace más de una década y una ampliación de mercados que esperamos sigan consolidándose.
La mejora de la financiación de nuestras administraciones públicas, estatal, autonómica, insular y municipal, hace vislumbrar una paulatina tendencia ascendente también del sector ligado a la obra pública, y, por tanto, ligada al desarrollo y rehabilitación de las infraestructuras, de las que las viarias son el ejemplo más elocuente; las sociosanitarias, con un impulso en estos próximos años sin precedentes, con la creación de nuevas plazas residenciales o de día que incrementarán la atención al sistema de dependencia, detrás del que se encuentran nuestros seres más queridos, precisados de cuidados y de atención por parte de los grandes profesionales que desarrollan su labor en ese ámbito.
En los próximos días, también, asistiremos a un nuevo hito en la historia de astronomía en nuestra Isla con la inauguración del prototipo japonés del LST, primero de los cuatro grandes telescopio de rayos gamma que se instalarán, junto con otros de menor tamaño, en el Roque de Los Muchachos; un éxito de La Palma, de Canarias y de España, que refuerza a nuestra Isla como referente mundial en materia de ciencia astrofísica; y la esperanza que supone, también hoy en la festividad de nuestro patrón insular, la posibilidad de que Puntagorda y, por ello, La Palma albergue el TMT, el mayor telescopio óptico que se instalará en el hemisferio norte en la próxima década, una inversión científica sin precedentes y que ha ido resaltando los esfuerzos del IAC, Ayuntamiento, Gobiernos de Canarias y de España, y Cabildo Insular. ¡Ojalá ese esfuerzo se vea recompensado en la decisión final del Consorcio Internacional que lidera ese proyecto!
Vamos poco a poco, también recuperando la inversión en la protección y puesta en valor de nuestro patrimonio histórico, en el que el acuerdo con la Iglesia Católica ha permitido poner en marcha, también con la colaboración municipal, la restauración de la Parroquia de Los Remedios, y la de un número importante de bienes muebles que se pondrá en marcha en próximas fechas, o la inversión en materia de los valores ambientales y paisajísticos, por los que seguimos apostando por su protección y salvaguarda, también gracias a la colaboración de profesionales y personas voluntarias, que son una muestra más de la generosidad de nuestra gente.
Centros de visitantes, miradores, mejoras en la red de senderos, son ejemplos de lo que hemos podido y podemos conseguir y debemos seguir apostando por hacer. Nos queda por encarar el reto de la sostenibilidad energética, de la apuesta por las energías renovables y destaco aquí, porque otra cosa sería injusta, la labor de la sociedad civil, a través de una plataforma ciudadana, que ha conseguido la unión de todos, instituciones, partidos, etc. para orientar esas políticas tan necesarias.
Concluimos esta ofrenda a nuestro patrón Arcángel San Miguel, reiterando ese compromiso de esfuerzo y liderazgo para que esta Isla mejore y progrese en su economía y también en un reparto equilibrado de la riqueza. Se acercan tiempos de nerviosismo propio de los periodos electorales, pero no está de más recordar que la ciudadanía valora cada vez más, entre otras cosas porque ven más fruto de esas políticas, la unidad y el trabajo conjunto de los responsables políticos, sean éstos de siglas o ideologías iguales o distintas. Saben también que los esfuerzos de profesionales, funcionarios y responsables políticos no siempre fructifican con la rapidez que desearíamos, pero la colaboración y la estrecha cooperación, hacen más factible aún que esas metas que nos marcamos sean alcanzadas.
Con esa esperanza de que la unidad en el bien común y en el progreso de nuestra tierra sea la guía de nuestras acciones, de consejeros insulares, de responsables municipales, autonómicos o estatales, felicitándoles a todos por la festividad de nuestro patrón insular, les ruego me acompañen cuando digo
¡Viva San Miguel!
¡Viva Tazacorte!
¡Viva la isla de La Palma!“