“Muchas investigaciones abordan las enfermedades oncológicas y los tipos de tratamientos, pero nadie habla del trasfondo de esta dolencia, de qué es lo que hay detrás, porque todas las familias no tienen situaciones económicas solventes para afrontar un cáncer”, ha señalado a La Palma Ahora Kilian Sánchez Sanjuán, trabajador social de la Junta Insular de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). “En La Palma conocemos personas que tienen que elegir entre alimentarse bien y tomar la medicación o pagar el recibo del agua y la luz”, ha asegurado con preocupación.
El Observatorio del Cáncer de la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc) ha elaborado un estudio con el título El impacto económico del cáncer en las familias en España que ha sido realizado por Belén Fernández Sánchez y Raquel del Castillo Martín y presentado el pasado 4 de febrero con motivo del Día Mundial del Cáncer. “Se estima que el 11% de las personas que han sido diagnosticadas de cáncer en España durante el año 2017, tenía una situación de riesgo socioeconómico en el momento del diagnóstico o este ha generado el riesgo con su aparición. Para un total de 24.943 personas en edad laboral, ya sea por encontrarse en desempleo (con o sin prestación), ser trabajadores o trabajadoras por cuenta propia, o disponer de bajos ingresos, el cáncer supone un serio agravante a su situación socioeconómica previa”, se asegura en el documento, que ha analizado el impacto económico del cáncer en la población activa, en personas mayores de 15 y menores de 65 años. “La primera gran conclusión extraída del estudio es que, en España, cada año, unas 25.000 personas con cáncer se encuentran en riesgo de exclusión social a causa de la enfermedad”, sostienen las autoras.
“Uno de los principales problemas que se ha detectado en esta investigación sobre el impacto económico del cáncer en las familias es que hay muchos pacientes que por culpa de la enfermedad han vivido un agravamiento en su situación social o laboral”, resalta Sánchez Sanjuán. “Cuando el cáncer aparece, en un porcentaje muy elevado el paciente tiene que coger una baja médica, una incapacidad temporal, de una media de un año, que puede prolongarse en torno a los 545 días”, explica, y añade: “Hay tres sectores en la investigación que son los principales afectados: desempleados, autónomos y personas con rentas inferiores a los 710 euros, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”. “Nosotros conocemos bien a esas familias porque les prestamos apoyo en la AECC, sabemos que en La Palma hay personas que pasan por situaciones económicas complejas que se agravan al aparecer la enfermedad”, afirma.
El trabajador social de la AECC en la Isla muestra especial preocupación “por los desempleados sin prestación, porque su situación es alarmante”, pero da una salida: “La Asociación Española contra el Cáncer da respuesta y ayuda a afrontar esta situación, por eso hacemos un llamamiento a los pacientes oncológicos en estas situaciones para que acudan a nosotros, que se sienten con los trabajadores sociales para poder estudiar su situación social”, subraya. “La AECC dispone de ayudas económicas, banco de alimentos y servicio de información sobre prestaciones sociales tanto de las administraciones públicas como de la propia asociación”, indica.
El presidente nacional de la AECC, Ignacio Muñoz Pidal, solicitó en días pasados al Estado que ponga en marcha un Plan de Protección Integral a las Familias con Cáncer con medidas concretas orientadas a evitar situaciones de vulnerabilidad. “No podemos permitir que haya personas afrontando la enfermedad sin ningún tipo de prestación económica”, remarca Kilian, y reconoce que “la población no tiene conocimiento de los servicios que ofrece la AECC”.
En Canarias, un total de 1.165 personas con cáncer se encuentran en situación de vulnerabilidad, de ellas 260 son desempleadas con prestación, 413 desempleadas sin prestación, 357 autónomos y 135 con rentas inferiores al SMI. “Los que más nos preocupan son los desempleados sin ninguna prestación”, apunta el trabajador social de la AECC. “Si a los gastos que tiene cualquier persona le sumas los que ocasiona la enfermedad, la situación se agrava, pero no tener ningún ingreso es alarmante por lo que hay que implementar medidas de protección para estos pacientes”, remarca.
“Los resultados sobre el impacto del cáncer en las familias son preocupantes”
La presidenta insular de la AECC, Rosa Rodríguez, manifestó a este digital que los resultados del estudio sobre el impacto económico del cáncer en las familias españolas “son preocupantes” y por ello considera que “la información tiene que llegar más lejos y rápido de lo que llega”. “Muchas cosas en esta vida ocurren por no tener los conocimientos necesarios y en los pacientes oncológicos el tiempo pasa muy rápido y cada minuto perdido es un agravante, por lo tanto, hay una premisa indispensable que es la información”, apunta. En este sentido recuerda que “la Junta de la Asociación Española contra el Cáncer en La Palma está informando a las asociaciones de vecinos de la Isla de cuáles son nuestros programas y servicios para que los pacientes oncológicos y sus familiares puedan mejorar su situación”. “Queremos que nos conozcan, que sepan qué hacemos y qué ofrecemos; contamos con una psicóloga y un trabajador social, y estamos a disposición de la población en Los Llanos de Aridane, en la calle Díaz Pimienta, en el Edificio de las Columnas Azules, en la cuarta planta, de lunes a viernes, de 07:30 a 14:30 horas; en el Hospital General prestamos servicio en horario de mañana los martes (trabajador social) y los miércoles (psicóloga)”, detalla.
Rosa Rodríguez destaca “la labor del voluntariado de la AECC, tanto del que hace acompañamiento en los domicilios como de los que salen a la calle a recaudar fondos”. La asociación, expuso, se nutre económicamente de las recaudaciones que se obtienen en diferentes actos benéficos como la cena-gala del Hotel Sol de Puerto Naos, las cuestaciones en la calle, la Feria Gastrosolidaria de Los Llanos o la lotería. “La población debe saber que el dinero que dona a la AECC se destina a mejorar la calidad de vida de los enfermos oncológicos y sus familias y a la investigación”, concluye.