“La escala de la playa es excesiva y la intervención demasiado tosca”

Nació en 1965 en la Avenida Marítima de Santa Cruz de La Palma y su vida ha estado siempre vinculada al litoral de la capital. Manuel Cabrera, arquitecto especialista en Edificación, considera que la playa que se acondiciona en el frente costero “tiene una escala excesiva para la ciudad; entiendo que la intervención es demasiado tosca, muy fuerte, se podía haber actuado con más delicadeza”, ha asegurado a LA PALMA AHORA. “No me opongo a la playa, pero creo que se tendría que haber hecho más pequeña”, ha precisado.

Manuel Cabrera participó en 1999 en un concurso de ideas que convocó el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma para ordenar la fachada atlántica de la ciudad y redactó un anteproyecto en el que proponía “acercarse al mar de forma diferente, más tímida, más humilde, sin grandes obras”. “Se podía haber hecho una actuación más delicada, más en escala, lo mismo pero más pequeño, porque el carácter de la ciudad debe definir la playa, y no al revés”, sostiene. “La superficie de la playa con respecto a la ciudad, es inmensa; hay más ancho entre el muro de la avenida y el borde del mar que entre ese mismo muro y la Calle Real”, asegura.

Parte de las propuestas del anteproyecto de Manuel Cabrera ya no se podrán ejecutar porque la obra de la playa está prácticamente finalizada, pero lo que le preocupa ahora a este arquitecto es cómo se va a ordenar el paseo marítimo. “La actuación de Costas es del muro de la avenida hacia afuera, pero de ese muro hacia dentro no hay nada, no hay ningún proyecto todavía -había algunos que se botaron a la basura- y qué vamos a hacer para que la playa no se coma la ciudad, para que la ciudad sea la que imponga su carácter”, se pregunta. “El acceso a la playa está pensado de una forma provisional hasta que se resuelva qué vamos a hacer hacia atrás; es el momento de definir el paseo marítimo, que es tan importante o más que la playa”, defiende, e insiste en que “no estoy en contra de la playa, y, una vez realizada, lo que debemos hacer ahora es sacarle partido y terminar de perfilar el proyecto para darle carácter”.

Entre las actuaciones que “todavía se pueden hacer”, Manuel Cabrera propone “reducir drásticamente el tráfico en la avenida, porque desde el momento en que se hace la vía de circunvalación, la circulación, aunque no desaparezca, sí debe disminuir; el coche debe ser el invitado, no el protagonista del lugar”, dice. “Lo que no puede ser es que después de contar con una vía de circunvalación y una protección marítima, nos conformemos con cambiar el pavimento de la avenida”, se queja.

Otra de las propuestas de Cabrera para el paseo marítimo es “bajar la rasante de la avenida unos 80 centímetros entre El Puente y El Castillete, para que coincida con el nivel de las casas de Los Balcones, lo más importante que tenemos ahí”. “Antes teníamos que estar enterrados -por decirlo de alguna forma- por el tema de la protección del mar, pero si ya nos hemos liberado de eso no hay ningún impedimento técnico que impida bajar la rasante entre El Puente y El Castillete”, afirma. “En ese tramo existen muchas casas históricas que hay que desenterrarlas, bajar el nivel de la calle paulatinamente, y eso te permite una visión libre hacia el mar; se trata de volver a acercar el mar, o la arena, a las casas”, subraya.

Asimismo, la propuesta de este arquitecto contempla “recuperar las antiguas fortificaciones y la calle de La Marina; si desenterramos en esa zona posiblemente aparezcan restos, antiguos muros; algo nos vamos a encontrar y lo podemos adecentar y poner en valor, o, por lo menos, quedaría lo que es la huella, el trazado de lo que había”.

Manuel Cabrera aboga por “olvidarnos de construir más muros, porque el muro que teóricamente necesita la ciudad para protegerse lo tenemos en el mar, y los de la costa hay que eliminarlos; el acceso a la playa debe ser libre, sin barreras”.