La Federación Salud Mental Canarias, con la colaboración del Servicio Canario de Empleo, pone en marcha la campaña Contratarme no es una locura, destinada a promover la contratación de personas con problemas de salud mental entre empresas y entidades con capacidad de generación de puestos de trabajo en el Archipiélago.
La iniciativa busca sensibilizar y fomentar la inclusión laboral de las personas con problemas de salud mental, al mismo tiempo que se defienden sus derechos fundamentales y se reivindica el acceso a un empleo digno y de calidad. Asimismo, se pretende promover el cuidado y bienestar psíquico en el trabajo y eliminar cualquier tipo de barrera y limitaciones que impidan hablar de salud mental en los entornos laborales.
La propuesta se enmarca en el proyecto Sensibilización y Visibilización en Derechos, Salud Mental y Empleo en Canarias -financiado por el Servicio Canario de Empleo-, con el que se pretende informar, concienciar y derribar estigmas sobre los problemas de salud mental y las capacidades laborales que poseen las personas que los padecen. “Tener un problema de salud mental no significa que una persona esté incapacitada o no pueda trabajar”, afirma la directora de la Federación Salud Mental Canarias, Yasmina Alonso. “Son personas igual de trabajadoras, autosuficientes, responsables y eficientes que el resto. Además, su alta motivación e interés por trabajar se traduce en un fuerte compromiso con la empresa cuando logran un empleo”.
Contratarme no es una locura, cuyo lanzamiento se ha hecho coincidir con el Día Internacional del Trabajo, se apoya en diferentes materiales gráficos, como vídeos, podcast, carteles y numerosos formatos audiovisuales para redes sociales. Todos esos contenidos se pueden consultar en una página web que se aloja en el portal de la Federación Salud Mental Canarias, www.saludmentalcanarias.org.
Toda la campaña tiene como eje principal un foro sobre empleo y salud mental, cuyos protagonistas cuentan con una trayectoria profesional en este ámbito, desde una agente de igualdad, una responsable de un centro especial de empleo, una integradora social a una técnica de empleo y otros testimonios en primera persona, como los de un ex trabajador, una estudiante y un empleado y ex empresario. Todas y todos ellos forman parte de las siete asociaciones integradas en la Federación Salud Mental Canarias.
En la página de la iniciativa, que se desarrollará durante todo el año, aunque con especial incidencia en el mes de mayo, se podrá consultar información acerca de los beneficios económicos que pueden obtener las empresas por contratar trabajadores con problemas de salud mental, al mismo tiempo que se identifican las barreras y prejuicios que impiden a estas personas el acceso al trabajo y los efectos positivos que les aporta un empleo digno y de calidad.
“Desde la Federación Salud Mental Canarias acompañaremos e informaremos a las empresas sobre todas aquellas medidas que faciliten la incorporación al trabajo de estas personas”, indica Yasmina Alonso. Para ello, se brindará asesoramiento sobre los incentivos existentes: bonificaciones fiscales y de seguridad social, ayudas a la contratación, subvenciones para la adaptación de puestos de trabajo, normativa y otras ventajas que mejoran el clima laboral, la imagen de la empresa y su responsabilidad social corporativa. Con ese fin, se puede contactar a través del número de teléfono 650 286 442, en horario de 9:00 a 14:00 horas, de lunes a viernes, o a través del correo electrónico federacion@saludmentalcanarias.org.
Salud mental y empleo
Las personas con problemas de salud mental tienen una tasa de paro superior al 80% y son las más afectadas por el desempleo dentro del ámbito de la discapacidad. En Canarias este colectivo se encuentra en una desproporcionada desventaja a la hora de encontrar trabajo. Según un informe del Observatorio Canario de Empleo (Obecan) sobre el mercado laboral de las personas con discapacidad, el trastorno mental es precisamente la condición con mayor número de desempleados en el Archipiélago, representando el 34,44% del total de personas con diversidad funcional.
Los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030. El paro de larga duración es un factor desencadenante de desórdenes mentales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trabajo puede proteger el bienestar psíquico de quienes conviven con un trastorno mental, además de contribuir a su recuperación, mejorar su confianza y favorecer su inclusión en la sociedad. El empleo digno y decente no solo es un medio de vida, sino que apoya la buena salud mental al proporcionar rutinas estructuradas y dar un sentido de confianza, propósito y logro.
Por otro lado, está el trabajo como factor de riesgo para el bienestar psíquico. Entre el 11% y el 27% de los problemas de salud mental en España se pueden atribuir a las condiciones de trabajo. Todos y todas las trabajadoras tienen derecho a un entorno laboral seguro y sano. Contribuye a minimizar la tensión y los conflictos en el ámbito laboral, a la vez que mejora la fidelización del personal, su rendimiento y productividad.