Los miembros de la Asociación de Bomberos Voluntarios EMERPAL, integrantes de la plantilla del Servicio Insular contra Incendios y Salvamento Urbano de La Palma (Bomberos La Palma) mantuvieron una reunión el pasado 4 de julio “ante la actual situación de este servicio insular y la falta de compromiso firme por parte del Cabildo de dotarlo de los medios mínimos necesarios para poder ofrecer la seguridad que los ciudadanos se merecen”, se informa en nota de prensa.
En la citada reunión acordaron hacer públicas las carencias que tiene el servicio. En este sentido aseguran que “nunca, en todos los años que llevamos cubriendo el Servicio insular contra Incendios y Salvamento Urbano de La Palma, habíamos sentido este desapego y falta de interés por parte del equipo dirigente del Cabildo de La Palma”. También decidieron que “si en un breve periodo de tiempo no se nos cita para buscar soluciones, continuaremos con otro tipo de acciones ante diferentes escenarios”, afirman.
En la relación de “las carencias más significativas” que tiene en servicio destacan, en relación al parque móvil, que “la flota de vehículos está muy envejecida”. Reclaman también un vehículos para “trabajos en altura, de al menos 30 metros, tanto para extinción como para salvamento de personas que puedan quedar atrapadas en pisos superiores”. “El brazo articulado que teníamos nos lo había donado el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 2002, y lo mantuvimos en servicio hasta el 2015, año en que se dio de baja porque a causa de su antigüedad ya no se encontraban repuestos en el mercado”, dicen.
El furgón de rescate subacuático del parque de Los Sauces “está de baja temporal desde hace dos meses por no pasar la revisión de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)” y “la bomba urbana pesada del parque de La Grama tiene la bomba averiada”.
Otra de las deficiencias es que la bomba rural ligera del parque de La Laguna “está de baja porque le cayó un desprendimiento encima en el incendio forestal del pasado mes de agosto de 2016 y tampoco hay fondos para su reparación”.
Solicitan también la renovación de vestuario del equipo de intervención en incendios urbanos para una tercera parte de la plantilla.
En cuanto al material de extinción, aseguran que “estamos bajo mínimos porque las últimas mangueras se compraron hace ocho años y la media de antigüedad es de 12 años”.
Los equipos de intervención en accidentes de tráfico “tienen más de 16 años de uso”. Añaden que “también estamos precarios en equipos de comunicación, iluminación, cámara térmica, detector de gases o alarma personal”.
En edificio del parque de La Grama tiene “la puerta de las cocheras averiada desde hace 3 años y los colchones tienen 12 años de antigüedad”.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios se fundó en Santa Cruz de La Palma en 1990 y dependía de la ayuda del Ayuntamiento. En 1995 se creó el Servicio Insular y pasó a depender del Cabildo. Ese mismo año se crearon unos presupuestos repartidos en diferentes partidas todas gestionadas por el Cabildo y más tarde creó otra partida referida a Gastos de funcionamiento que era “a la que se nos transfería todos los meses y que gestionábamos nosotros para gastos de personal, seguridad social, seguros de accidentes y otros pequeños gastos”, detallan. Agregan que “eso fue así hasta 2013 cuando el Cabildo decidió, de manera unilateral, unificar todas esas partidas y pasarlas a Gastos de mantenimiento, y que fuéramos nosotros los que gestionáramos todos los gastos del Servicio, dándose la circunstancia de que la cantidad total de esta partida es bastante inferior a la suma de todas las partida de años anteriores”. “Manifestamos nuestro rechazo total a este sistema y entonces acordamos hacer una prueba, y si el costo real del Servicio era mayor, que entregáramos las facturas justificativas y se nos abonaría la diferencia”, apuntan.
El resultado de ese cambio de situación, exponen, es que “aún estamos esperando a que se nos abonen esas diferencias anuales entre las cantidades que se nos han pagado y los gastos reales del Servicio de los años 2013, 2014, 2015, 2016 y lo que llevamos de 2017”.
En resumen, subrayan, “que hemos tenido que pedir un préstamo de 40.000 euros, más una póliza de 20.000 euros, más otros préstamos de personas particulares, el último de 10.000 euros que nos hicieron el pasado mes para evitar devolver el recibo de la Seguridad Social, que fue de 11.031 euros, que en caso de no pagarlo ese día tendríamos un recargo del 20% como ya nos ha pasado en algunas ocasiones”, resaltan.
“Pensamos que todo lo expuesto son motivos más que suficientes para hacer pública esta situación, ya que llevamos casi dos años solicitando sentarnos con las personas que tengan poder de decisión y buscar la mejor solución, y la realidad es que solo hemos recibido bonitas palabras, promesas incumplidas y ver cómo intentan sacarse las culpas pasándose la pelota unos a otros”, indican.
Los bomberos piden al presidente del Cabildo que “nos cite a la mayor brevedad posible, junto con los técnicos que tengan que ver con esta situación, para, entre todos, buscar la mejor solución a este problemas que consideramos muy grave, tanto para los habitantes de nuestra Isla como para los que nos visitan”.