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El Involcan considera “teorías sin fundamento científico” atribuir el CO2 de Puerto Naos y La Bombilla a aguas residuales

Efe

18 de diciembre de 2022 14:44 h

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El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha salido al paso de teorías “sin ningún fundamento científico” sobre el origen de las emanaciones anómalas de dióxido de carbono (CO2) en los núcleos desalojados de Puerto Naos y La Bombilla.

Y lo ha hecho con una publicación en redes sociales en la que asegura que esas emanaciones “no pueden ser” de origen biogénico asociado a las aguas residuales de ambos núcleos poblacionales, tal y como sostiene Francisco Rodríguez Pulido, profesor jubilado de Física y Química.

Pulido, que ha impulsado una campaña en Change.org pidiendo una “ciencia ética” en favor de los afectados por la última erupción en Cumbre Vieja, ha reaccionado a dicha publicación e insistido en que los datos que utiliza Involcan son “aforismos”, y en que esos gases no son “incompatibles con la vida”.

Involcan, por su parte, lo acusa de “salvapatrias” que intenta aprovecharse de “circunstancias que son caldo de cultivo de potenciales conflictos sociales” para buscar su “vanagloria personal” y le pide que “deje de confundir a la ciudadanía”.

El organismo científico esgrime que en Puerto Naos y La Bombilla no solo se registran concentraciones anómalas de CO2, sino que además las hay de gas He (helio) en el aire ambiente exterior e interior, lo cual, sostiene, es incompatible con un origen biogénico del CO2.

Abunda en que la concentración de CO2 y la firma isotópica de carbono (relaciones 13C/12C) de CO2 en el aire ambiente, tanto exterior como interior, y en la atmósfera del suelo en Puerto Naos y La Bombilla refleja “una contribución significativa” de una fuente de origen volcánico-hidrotermal.

Involcan señala que un origen biogénico del CO2 asociado a las aguas residuales debería generar concentraciones de metano (CH4) en Puerto Naos y La Bombilla “mucho más altas” que las que se están registrando en la zona, tanto como que la población de La Bombilla fuera más de 1.000 veces la que es regularmente sin restricciones por la emergencia.

Y añade que también se registran concentraciones anómalas de CO2 en el aire ambiente exterior de algunas fincas de plátanos en la zona de Las Hoyas, con lo que “resulta evidente” que en zonas no urbanas las emanaciones anómalas de CO2 nunca podrían ligarse a un origen biogénico asociado a las aguas residuales “por razones más que obvias”.

Francisco Rodríguez Pulido se ha significado en los últimos meses por defender que las emisiones de gases no son incompatibles con la vida y que la decisión de mantener desalojados Puerto Naos y La Bombilla no se sustenta en “argumentos científicos de rigor”.

Es más, en la iniciativa que ha impulsado en Change.org, que lleva recopiladas más de 600 firmas, habla de un “oscuro e interesado cierre” de ambos núcleos.

Critica que algunos de los científicos que hicieron de La Palma “el laboratorio de sus proyectos e investigaciones” ahora permanezcan “callados” o cuando se pronuncian usan “un lenguaje que causa temores y aún más ansiedad” entre la población, como sucede, por ejemplo, con las emanaciones de los gases en la costa, o la “alarma” sobre las temperaturas de las coladas.

Censura también que desde las administraciones se emitan decretos “apelando a la información de los técnicos” sin que “nunca” haya habido “apertura a otras opiniones u otras posiciones de la ciencia”.

Al margen de este debate, el comisionado del Gobierno para la reconstrucción de La Palma, Héctor Izquierdo, ha avanzado que en los Presupuestos Generales del Estado se recoge una partida de 3 millones de euros para sendos proyectos de perforación del subsuelo en Puerto Naos y La Bombilla para la extracción de gases.

Según informa Diario de Avisos, el primero de estos proyectos ha sido encargado precisamente a Involcan para la extracción de CO2 mediante perforaciones a 20 metros.

Del segundo se encargará el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que llevará las perforaciones a los 45 metros de profundidad, para llegar hasta el acuífero de agua salada y así cortar las reacciones químicas entre el gas y el agua y evitar que sigan actuando como un tapón, y propiciando que el gas fluya hacia el mar.