“El alma está por los suelos”, aseguran. Las mujeres que confeccionan los mayos para la Fiesta de la Cruz del barrio de San Telmo de Santa Cruz de La Palma, están desoladas con los destrozos que causaron las lluvias de la pasada semana en el local en el que elaboran, con mimo y entrega, los emblemáticos machangos que ya se han convertido en seña de identidad de la festividad de La Cruz. “El agua los dañó y casi que tenemos que empezar de cero; hacer todo de nuevo: desarmarlos, picar papel, lavar pijamas, rellenar, confeccionar cabezas… ”, ha detallado a LA PALMA AHORA Marisa Brito con semblante triste.
El local, cedido gratuitamente por una familia y que acoge más de 380 mayos confeccionados a lo largo de nueve años, desprende un insoportable olor a humedad y tiene las estructuras dañadas. “Esto está deteriorado, trabajar aquí supone un riesgo para la salud; yo soy alérgica y solo con entrar aquí me siento afectada”, asegura Marisa.
Estas siete mujeres del barrio de San Telmo han lanzado un SOS porque necesitan un local con urgencia. Quieren seguir realizando su labor para mantener la tradición de la Fiesta de La Cruz y en este mismo mes ya tienen que empezar los trabajos. “Solicitamos que nos cedan un local por los alrededores; en el entorno hay vecinos y entidades bancarias que tienen algunos cerrados; no queremos dinero, solo un respaldo social porque nosotros no nos lucramos con esto; lo hacemos para el pueblo y, de alguna manera, representamos al Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma”, dice Marisa. “Pedimos ayuda a los vecinos, al Ayuntamiento y al Cabildo, a todo el mundo; no somos una asociación, solo un grupo de siete mujeres, algunas pensionistas, otras con sueldos bajos y otras, como yo, con un salario ‘normal’, pero todas estamos dispuestas a pagar la luz y el agua de nuestros bolsillos; es tanta la ilusión que tenemos por seguir elaborando los mayos y que se celebre la fiesta, que asumiremos esos gastos”, afirma.
Estas mujeres aclaran que “nosotros no nos vamos a quedar con el local, lo entregaremos en un plazo de 15 días cuando nos lo soliciten; lo que queremos es empezar ya a trabajar, porque vamos con retraso; todos los mayos están húmedos y muchos tienen las caras estropeadas del agua”, señala.
Marisa recuerda que “nosotros llevamos nueve años elaborando mayos en el barrio de San Telmo y, antes, toda la gente iba a la calle A. Rodríguez López para verlos; quieran reconocerlo los cruceros o no, los mayos han potenciado la Fiesta de la Cruz en Santa Cruz de La Palma, que estaba olvidada”.
Los mayos de San Telmo son cedidos gratuitamente a quienes los soliciten. “Colaboramos con todo el mundo; los hemos prestado para el Museo del Puro de Breña Alta; para la Fiesta de la Cruz de Gallegos; también los cedimos a los comerciantes de Santa Cruz de La Palma para exponerlos en la Bajada de la Virgen y hacer los escaparates”, relata Marisa, y hace un reconocimiento a un comerciante: “Tengo que darle las gracias a la única persona que se ha acordado de nosotros económicamente, a Carmelo Martín, que ganó el segundo premio de escaparates y por tener los mayos expuestos quiso colaborar y nos cedió el importe del premio, que eran 100 euros”. Los mayos de San Telmo también han participado en una exposición del Día del Libro en la Sociedad Cosmológica y en una muestra en la Plaza de España.
Marisa insiste en que “no queremos dinero, solo que no cedan un local que esté cerrado; es urgente porque nosotros trabajamos desde el mes de noviembre hasta el 2 de mayo”. “El agua ha dejado nuestro trabajo en estado catastrófico, así que, por favor, rogamos que nos ayuden porque solo pretendemos mantener y difundir el patrimonio festivo de la Isla”, concluye.