Se busca “un mago palmero” para ahumar queso en Baja California

No es una broma. Es un “capricho” de Juan Luis Martín Reyes, un emigrante natural de Breña Alta y con residencia compartida desde hace más de 30 años entre Estados Unidos y México. “Busco un ‘mago’ palmero para venir a trabajar en Baja California fabricando queso de cabra; ofrezco buenas condiciones de trabajo, pero tiene que saber hacer queso ahumado como lo hacía mi abuela Felisa en La Sabina”, ha explicado a este periódico.

Martín Reyes, que se crio en El Llanito, cuenta con una finca de más de 100 hectáreas en Baja California (México), en la que pastan 150 cabras, y en 2014 lanzó una oferta de compra de un kilo de semillas de tagasaste (planta forrajera de La Palma) por 1.000 euros con la intención de elaborar queso ahumado y demostrar que este arbusto “también es bueno para evitar la erosión de la tierra”, según contó a este periódico. “Vivo en San Diego en verano y en Los Cabos en invierno, y hace años compré un terreno de 100 hectáreas en Baja California para cultivar; toda mi familia (esposa, hermana e hijos) se está burlando desde entonces con mis ideas locas, pero yo quiero sembrar tagasaste y criar cabras para hacer queso ahumado; demostrar que en Baja California se puede dar bien esta planta, y que, además, es buena para evitar la erosión”, explicó en 2014 este digital. El Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) llegó incluso a contactar con este emigrante para asesorarle en el cultivo de tagasaste.

Ahora ha dado un paso más en su empeño de recrear su infancia palmera en Baja California y quiere contratar a “un mago palmero” para que elabore queso ahumado en su finca como el que hacía su abuela Felisa en La Sabina de Villa de Mazo. “Necesito una persona, hombre o mujer, que quiera pasar una temporada en México y que sepa hacer queso artesanal palmero ahumado”, señala.

“A mi edad (72 años) nos dedicamos a los caprichos, y como le quedé mal a mis mayores (tendría que estar en La Sabina cuidando la viña, sembrando boniatos en La Juncia y papas en El Sitio, cortando tagasastes y engordando cabras y todos los etcéteras), pues ahora me distraigo en un rancho en el desierto en engordar cabras, recoger miel, criar gallinas y regar las plantas para que los animales no se quejen”, detalla, y añade que “también tengo patos”. “En la finca paso los fines de semana, pero ya no me atrevo a hacer queso, aunque mi abuela me enseñó”, subraya.

Las personas interesadas en esta singular aventura laboral pueden escribir al correo yoabora@gmail.com. Trabajar como ahumador de queso palmero en Baja California es una oportunidad que pocas veces -más bien ninguna- se presenta.