La Caldera pide no alimentar a los cuervos para mantener el equilibrio natural del ecosistema de Parque
El Parque Nacional de La Caldera de Taburiente recuerda en sus redes sociales a los visitantes que no se debe dar alimentos a los cuervos “con el fin de mantener el equilibrio natural del escosistema” del principal espacio natural protegido de La Palma.
El cuerdo (Corvus corax canariensis) es una de las aves “más reconocibles” en el entorno del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente.
Señala que “paseando por La Cumbrecita encontramos paisajes maravillosos moldeados por la naturaleza, pero también encontramos aves muy inteligentes, de plumaje brillante” que tienen en el emblemático entorno “su propio Roque, el de los Cuervos”.
Una de las aves “más reconocibles” en el entorno del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente es el cuervo (Corvus corax canariensis), explican.
Su pico, patas y pluma, “son totalmente negros, aunque este último bajo la incidencia de los rayos solares brilla y presenta reflejos metálicos entre verde y violeta azulado”. De robusta complexión, “tiene una media de 60-65 centímetros (cm) de longitud y una envergadura entre 120-150 cm”. El graznido “es potente e inconfundible, aunque puede aprender a emitir otros sonidos diferentes”.
En La Caldera de Taburiente se pueden ver “desde las zonas bajas hasta la cumbre, y anida en las paredes rocosas”.
Su dieta “omnívora está basa en el oportunismo: desde carroña hasta frutos, insectos y pequeños vertebrados, pasando por lo que le pueda ‘robar’ a turistas despistados”.
Este “endemismo canario” está “en peligro de extinción en todo el Archipiélago, y sus poblaciones se encuentran en clara regresión”.
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