La Casa Amarilla de Las Ledas, en Breña Baja, acogerá este miércoles, a las 20:00 horas, un coloquio protagonizado por los activistas Nerea Santana Medina y José Luis Navarrete Rodríguez, quien abordarán “la resistencia y buen vivir del pueblo mapuche, y la defensa de los territorios desde las mujeres y la artesanía, un oficio también de resistencia”, explican.
“Hablaremos de resistencias entendiendo este concepto como protesta y propuesta de vidas. El pueblo mapuche en Chile ha sido y sigue estando oprimido por el Estado chileno: discriminación social, racismo ambiental, infravaloración cultural, represión y persecución policial-estatal”, aseguran.
“Y todo ello por resistirse al modelo de desarrollo extractivista que el Estado chileno quiere imponer a la fuerza”, añaden.
“Resistencia como protesta o límites para hacer visible ese rechazo. El pueblo mapuche ha convivido siglos con su entorno. La tierra no les pertenece, ellos y ellas son de la tierra, parte de la misma. Por tanto, su lucha es también por nosotras, por la humanidad, por el equilibrio relacional que ya tanto se ha olvidado”, sostienen.
“Resistencia como propuesta porque este pueblo ha tenido la clave durante muchos años de cómo covivir en el medio y nutrir su cultura”. “En la actualidad, y pese a esta frenética globalización, este pueblo originario sigue emprendiendo desde su óptica, adaptándose al fluir del mundo occidental sin perder sus valores y tradiciones”, dicen.
“Buena parte de este este resurgir económico y cultural ha venido de la mano de las mujeres mapuche, cuya fuerza (newen) y cariño tanto desde la gastronomía como desde la artesanía o la lucha social han ido fortaleciendo procesos de empoderamiento cultural”, detallan.
“En este mismo contexto, la segunda parte de la charla nos llevará a otra forma de resistencia también nacida en tierra mapuche. La artesanía como forma de vida lleva consigo ambas acepciones de resistencia también, pero sobre todo entendiéndola como propuesta de vida alternativa al modelo de desarrollo impuesto. Un modo de vivir y repensarse desde una misma”, indican.
“Mediante la relación de una misma a través de su trabajo, y con sus pares y el resto de personas, la artesanía se convierte en una herramienta de interpretación, generando espacios de convivencia y crecimiento”, apuntan.