Tuvo un fin cruel, pero le han dado una sepultura digna. El perro podenco que fue abandonado en la conocida como 'Curva de la Muerte', en Breña Alta, y que murió de inanición hace 20 días, ha sido enterrado por un vecino este domingo, a las 14.15 horas. En la tumba del animal se han depositado flores y unas imágenes que muestran el lamentable estado que presentaba los últimos días de su existencia. “Me da pena y vergüenza este hecho que denuncié el pasado día 3 de febrero”, ha señalado.
El podenco fue abandonado en la orilla de la carretera LP-301, que discurre entre San Isidro y el Refugio de El Pilar, en Breña Alta, y presentaba un evidente estado de desnutrición. El vecino que lo localizó puso el hecho en conocimientos de las autoridades correspondientes pero, según asegura, nadie se hizo cargo del perro, que murió de hambre pocos días después. “No entiendo cómo los operarios de Medio Ambiente del Cabildo, que pasan a diario por el lugar donde estaba el cadáver (imagen de la izquierda), y que tienen las herramientas adecuadas, no procedieron a enterrarlo”, se pregunta. “Tampoco se preocupó el personal del Ayuntamiento de Breña Alta”, añade. “Por lo visto, este tema no merece la atención de los responsables públicos, pero creo que no se dan cuenta de los turistas que han pasado estos días por allí y han visto el perro muerto; desde luego, esa imagen no es una buena publicidad para la Isla Bonita”, concluye.