El desborde de lava en el cono del volcán de La Palma registrado este mediodía ha quedado “en algo puntual” y las coladas “siguen discurriendo por los mismos caminos”, señala Itahiza Domínguez, del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Domínguez añade en el mismo mensaje que “estos fenómenos son habituales debido a taponamientos parciales del canal lávico”.
De momento, las coladas llevan una evolución tranquila, con el magma discurriendo dentro de los mismos cauces y sin derrames al exterior, salvo en el caso de la ampliación del segundo delta lávico en la playa de Los Guirres, que avanza perpendicular a la línea de costa y que se ha solapado con la fajana ya existente.
El aumento de la sismicidad profunda podría ser un indicio de un repunte de la actividad volcánica como ha sucedido otras veces a lo largo del proceso eruptivo, tal y como señaló ayer a Efe el propio Domínguez.
Ahora bien, en las últimas horas esa sismicidad profunda ha experimentado un retroceso evidente.
El más reciente se produjo a las 5.54 horas, a 35 kilómetros de profundidad, y desde entonces el IGN solo ha localizado otros cinco, con profundidades que oscilan entre los 9 y los 13 kilómetros.
Con todo, desde el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) han vuelto a insistir este jueves en la posibilidad de que se registren más terremotos sentidos por la población, hasta una intensidad de V en una escala del I al XII.