Cuando se le pregunta Nemesio M. Pérez, coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), cuál es el riesgo volcánico que tiene La Palma, responde: “Siempre que me hacen este tipo de pregunta, entiendo que lo que se quiere realmente preguntar es cuál es la probabilidad de que ocurra una erupción en La Palma. Esta última pregunta no solo debe responderse en términos de probabilidad sino incluso considerando diferentes ventanas temporales, en otras palabras: ¿cuál es la probabilidad de que ocurra una erupción en La Palma para los próximos 5, 10, 50 y 100 años? Esta respuesta puede darse de una forma sencilla teniendo en cuenta el número de erupciones históricas ocurridas en La Palma durante los últimos 550 años y asumiendo un modelo estadístico basado en la distribución de Poisson”, ha asegurado a este digital. “Según estas premisas, la probabilidad de una erupción en La Palma para los próximos 5 años sería del 6,17%, para los próximos 10 años del 11,95%, para los próximos 50 años del 47,08% y para los próximos 100 años del 71,99%”, explica, y subraya que “tenemos que tener muy presente que estas probabilidades se han estimado teniendo en cuenta un periodo de 550 años durante los cuales La Palma ha experimentado diferentes periodos o fases volcánicas (inter-eruptivas, pre-eruptivas, eruptivas y post-eruptivas). En el caso de que Cumbre Vieja entre en fase pre-eruptiva, las probabilidades anteriormente descritas variarían y serían mucho mayores”.
“Es importante que sepamos distinguir muy bien entre el riesgo volcánico y la probabilidad de que un volcán entre en erupción dado que ambos términos suelen confundirse. La Palma es una isla volcánicamente activa con riesgo volcánico y esto último queda perfectamente refrendado por las siete erupciones históricas que se han registrado. El riesgo volcánico es ahora mayor que hace 50 años, pero no porque los volcanes estén cocinando más en el subsuelo de la Isla sino porque su desarrollo socioeconómico es ahora mayor que hace 50 años”, resalta, y pone un ejemplo: “Siempre intento explicar esto de otra forma. Imagine usted que los dos vivimos en una misma urbanización, que tenemos un vecino que le gusta apoderarse de lo ajeno y que usted tiene un coche de alta gama mientras que el mío es un coche muy corriente. Los dos estamos expuestos al peligro de robo, pero estoy seguro de que usted entenderá que el riesgo de robo en su caso en mucho mayor que el mío. Por lo tanto, el riesgo volcánico va a aumentar a medida que exista un mayor desarrollo económico y/o poblacional en La Palma. Por el contrario, la actividad volcánica en La Palma ha estado siempre ahí durante mucho tiempo y seguirá estando”.
Por otro lado, cuestionado por la vigilancia volcánica de La Palma, el coordinador científico del Involcan precisa que “antes de responder a esta pregunta me gustaría resaltar que los programas de vigilancia volcánica se caracterizan, primero, por ser multidisciplinares gracias a la existencia de una monitorización de la sismicidad, los gases y la deformación del terreno de un sistema volcánico activo, y, segundo, por ejecutarse esta monitorización a través de redes instrumentales permanentes, capaces de registrar parámetros de interés para la vigilancia volcánica durante las 24 horas del día, así como a través de campañas científicas de observación que se ejecutan con una periodicidad variable (semanal, mensual, anual, etc.) en función del nivel de actividad del sistema volcánico y del desarrollo tecnológico disponible”. Añade que “por ejemplo, la monitorización geoquímica (gases) para la vigilancia volcánica en Cumbre Vieja en la actualidad la ejecutamos a través de una red geoquímica instrumental permanente compuesta por seis estaciones y de la realización de una campaña científica de observación que conlleva centenares de medidas en todo el edificio volcánico que nos permite conocer, entre otras variables, la cantidad de dióxido de carbono que está emitiendo a la atmósfera”.
El programa de vigilancia volcánica del Instituto Volcanológico de Canarias en La Palma “se caracteriza por cumplimentar las características anteriormente descritas. Este esfuerzo del Involcan en la Isla ha sido y es posible gracias al apoyo del Ayuntamiento de Fuencaliente, que ha posibilitado su presencia permanente en La Palma a raíz del ofrecimiento de una sede en el municipio, y del Cabildo Insular de La Palma, que financia parte de nuestros trabajos de vigilancia volcánica”, concluye.