A pesar de que las condiciones meteorológicas no fueron excelentes, la lluvia de estrellas de las Gemínidas no defraudó, señala el Instituto de Astrofísica (IAC) en un comunicado. El IAC quiso acercar este espectáculo celeste al público general a través de su web y del portal sky-live.tv. Apunta que fue “una espectacular noche de Gemínidas”.
El acontecimiento astronómico se retransmitió en directo desde el observatorio del Roque de Los Muchachos, en las cumbres de Garafía, y del Teide, en Tenerife, así como desde Fuerteventura (Islas Canarias) y Cáceres (Extremadura).
Como cada año por estas fechas, explica el IAC, “la Tierra, en su órbita alrededor del Sol, se encuentra con la corriente de partículas del asteroide 3200 Phaeton, que produce la lluvia de meteoros conocida como Gemínidas”.
Este año, añade, “el momento para su observación era propicio”. El máximo de actividad de “esta lluvia, que se esperaba para las 18:00 UT de este martes, 14 de diciembre, coincidió con la Luna saliendo de su fase nueva”.
Las llamadas estrellas fugaces, explica el IAC, son “en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La corriente de partículas resultante (llamados meteoroides), debido al deshielo producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol”. Durante este encuentro, “las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros. Esto es cierto para la mayoría de lluvias pero no para las Gemínidas: no existe ningún cometa que coincida con la trayectoria de la nube de escombros”.
El origen de las Gemínidas “era un misterio hasta que las sondas solares Stereo (NASA) confirmaron la aparición de una pequeña cola al asteroide 3200 Phaeton (en su máximo acercamiento al Sol o perihelio, ver Lewitt, Li & Agarwal 2013), único objeto que se movía en la misma órbita que la nube de meteoroides causantes de las Gemínidas”. A partir de ese momento,“a Phaethon 3200 se le conoce como cometa rocoso”. Un cometa rocoso “es un asteroide que se acerca mucho al Sol posibilitando así que se forme una cola por rotura de la superficie, debido al gradiente de temperatura día/noche (puede alcanzar los 1000 K). En el caso de Phaethon, el perihelio es de solo q=0,14UA o 21 millones de km (la distancia mínima de Mercurio al Sol es de 46 millones de km)”.