La excavación arqueológica realizada el pasado mes de julio en el Barranco de Los Gomeros, en el municipio de Tijarafe, en el marco del Proyecto Occidente que financia el Ayuntamiento de la localidad, ha concluido con “datos muy relevantes”, según ha asegurado a La Palma Ahora Francisco Caamaño, director de los trabajos. “Uno de los objetivos científicos de esta excavación era observar si en la banda occidental tenemos un poblamiento tan antiguo como en la banda oriental, y en la Cueva de Las Mejoras hemos encontrado todas las secuencias de cerámica aborigen palmera, lo que confirma que los aborígenes están en la zona occidental desde el principio del poblamiento, en torno al cambio de era, al año cero, y esto es un dato muy relevante”, ha resaltado. “Están presentes todas las secuencias cerámicas aborígenes de La Palma, lo que quiere decir que el poblamiento aborigen no se produjo por etapas sino desde el principio ocupando todo el territorio insular”, ha detallado. “Pero no es oro todo lo que reluce y hay cuestiones que no hemos podido confirmar; sabemos que tenemos todas las secuencias, aunque no situadas estratigráficamente, es decir, por capas sucesivas repartidas cronológicamente porque la cueva ha sufrido un proceso de reutilización”, ha admitido. “Ahora estamos en fase de análisis del material”.
El barranco de Los Gomeros, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), alberga “uno de los tres poblados aborígenes más relevantes de La Palma”, indica Caamaño, quien resalta que la intervención realizada en este enclave, que concluyó el pasado 28 de julio, es “la primera excavación sistemática que se hace en La Palma después de 29 años”.
Uno de los objetivos del Proyecto Occidente es “conocer si el poblamiento aborigen de la Isla se produjo de manera homogénea, es decir, si los aborígenes poblaron toda la Isla, u ocuparon primero una parte, que sería la banda oriental, y luego se habrían ido extendiendo paulatinamente a lo largo del tiempo, eso es lo que dicen las investigaciones que se han hecho hasta ahora en La Palma; nosotros ya intuíamos que el poblamiento de la Isla, por lo menos en la banda occidental, se habría producido antes de lo que hasta ahora se había dicho”, subraya. “Toda la prehistoria de la Isla está construida en base a los yacimientos que se excavaron en la banda oriental; se decía que el poblamiento aborigen de La Palma se habría producido primero por el este, por la banda oriental, y luego, a partir de la fase cerámica II y sobre todo III (a partir del 600-700 d.C) se habría poblado el resto de la Isla, eso es lo que está publicado”, insiste. “En la banda occidental (Los Llanos, Tazacorte, Tijarafe, Puntagorda, Garafía) se han hecho determinadas intervenciones pero no se han excavado yacimientos de manera sistemática”, recuerda.
Los materiales que se han recuperado en la primera fase del Proyecto Occidente “han sido interesantes: han aparecido varias agujas, fauna arqueológica (probablemente restos de ovejas, cabras, cerdos, pescado), diversas cuentas de collar y sobre todo numerosos fragmentos cerámicos”, detalla. Además, ha aparecido “un útil de obsidiana, que en La Palma solo conozco uno”.
Testimonios agrícolas
En esta primera fase de la excavación del barranco de Los Gomeros, sin embargo, no han aparecido testimonios agrícolas, aunque “sí tres restos carpológicos, de semillas vegetales, pero no sabemos todavía qué son porque tenemos que hacer la analítica”. “La agricultura es el quebradero de cabeza en la arqueología en La Palma desde 1988 cuando se termina la excavación de El Tendal, donde aparecieron semillas en las capas más profundas de la cueva; hasta ese año, para la historia y para la historiografía de los aborígenes palmeros, los aborígenes de La Palma no conocían la agricultura cuando llegaron los conquistadores, así lo asegura Abreu Galindo, y eso era un hecho absolutamente asumido por toda la investigación”, comenta Caamaño. “En 1988 aparecen en El Tendal semillas, y además variadas (trigo, cebada, habas, lentejas), pero en las capas superiores de la cueva no se encontró ningún registro arqueobotánico (carpológico)”, apunta. “Las teorías dicen que los aborígenes cuando llegaron a La Palma conocían la agricultura y luego progresivamente la fueron abandonando, pero esto sería un caso único en la historia, aunque la realidad, a día de hoy, eso es lo que parece que ocurrió”, admite.
“Los arqueólogos creemos que esa agricultura no se abandonó, aunque es verdad que la economía principal debió ser la ganadería, pero la agricultura tuvo que seguir existiendo y debió tener algún papel aunque fuera secundario, pero para confirmar eso hay que encontrar semillas”, dice.
La excavación de Los Gomeros, en opinión de Caamaño, puede suponer “una reactivación de la arqueología en La Palma, porque esta isla fue puntera en la investigación arqueológica en Canarias hasta 1996, año en que se paralizó y se quedó estancada”.
Este arqueólogo avanza que en el barranco de Los Gomeros, como mínimo, se llevarán a cabo dos campañas más que serán financiadas por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. “No se necesitan grandes inversiones ni recursos”, sostiene. “El objetivo es crear un parque arqueológico en el Barranco de Los Gomeros, que tiene todas las condiciones necesarias e idóneas, sobre un poblado entero aborigen que es Bien de Interés Cultural”, remarca.
“Este proyecto es un sueño de críos que comienza a ser realidad porque Marcos Lorenzo, alcalde de Tijarafe y también arqueólogo, y yo somos colegas desde niño y teníamos en mente esta intervención”, apunta Caamaño. “Una cuestión que quiero destacar es la enorme apuesta que ha realizado el Ayuntamiento de Tijarafe por intentar revalorizar el patrimonio que se está muriendo en los barrancos de la Isla; un ayuntamiento pequeño como Tijarafe, con recursos propios, está apostando por la revalorización del patrimonio arqueológico para darlo a conocer y convertirlo en un recurso económico de calidad, y esto, en Canarias, lo han hecho muy pocos ayuntamientos, y en La Palma ninguno”, concluye.