La responsable de la red de vigilancia volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López, ha hecho hincapié este viernes en que no es lo mismo intensidad que magnitud de un terremoto, y ha añadido que en el caso de La Palma se podría llegar a intensidad 6, lo que es algo “manejable”.
Carmen López ha explicado que el hecho de que haya un aumento de la intensidad significa que es preciso ser conscientes de lo que puede ocurrir y seguir recomendaciones, como situarse bajo el marco de una puerta, alejarse de objetos inestables y de edificios por si hay desprendimientos, ha añadido.
Ha indicado que la actual sismicidad que se localiza en La Palma, donde el pasado 19 de septiembre se inició una erupción volcánica, es el reflejo de ese proceso eruptivo, que en la superficie tiene como representación el cono volcánico, la lava y las explosiones.
El sistema de alimentación de ese proceso eruptivo se tiene que reajustar a medida que el material se emite en la superficie y lo que se ve ahora en las estaciones más alejadas al centro de erupción es una tendencia a recuperar las deformaciones verticales, ha comentado Carmen López.
El reajuste está acompañado de movimientos sísmicos, que, como ocurrió hace diez años en la erupción submarina de El Hierro, son más grandes en magnitud, es decir en energía, en tamaño, que los que se registran antes del inicio del proceso eruptivo, ha explicado Carmen López.
La responsable de la red de vigilancia volcánica del IGN ha manifestado que, en general, las magnitudes de los sismos de reajustes del sistema de alimentación de la erupción son grandes y están acompañadas en superficie de unos efectos, que es la intensidad.
Ha añadido que la magnitud es un reflejo del tamaño o energía del terremoto, mientras que la intensidad da información acerca de cómo se ha sentido o qué daños ha provocado, y así, un movimiento muy grande de magnitud en Nueva Zelanda tendrá intensidad cero en España.
Carmen López ha declarado que en el caso de La Palma se han registrado sismos de intensidad 5, que han sido ampliamente sentidos, y que esa intensidad puede aumentar, lo que conllevaría más aceleración y que el suelo se mueva con más fuerza.
Por ello, se ha avisado a la población de la isla para que tenga conocimiento de lo que puede suceder si aumenta la intensidad de los movimientos sísmicos, ya que podrán producirse desplazamientos tanto de lámparas como de vasos y platos, por ejemplo.
Ha apuntado que la magnitud de los próximos movimientos sísmicos que se localicen en La Palma podrá ser similar a la de los que han tenido lugar hasta ahora, pero la intensidad dependerá de si están más o menos cerca de la superficie.
El que haya un aumento de la intensidad significa que es preciso ser conscientes de lo que puede ocurrir, ha aseverado.