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Los inicios de un sueño: I Campus de Arqueología de Tijarafe

Duda en si decirlo o no pero finalmente se decide: “Empezó como un sueño”, nos dice con una sonrisa Francisco Pérez Caamaño, director del I Campus de Arqueología de Tijarafe. En 2008, el doctor en Prehistoria, junto con el actual alcalde de Tijarafe, Marcos Lorenzo, comenzaron a trabajar en un proyecto que marcará un antes y un después en la historia aborigen del municipio. “Tenemos dos objetivos, el primero de ellos es científico. Queremos reactivar la investigación científica en La Palma que lleva más de 30 años parada” y el segundo de ellos es la creación de un Parque Arqueológico en el Barranco de Los Gomeros, declarado Bien de Interés Cultural en 2015.

Ahora bien, en cuanto al campo de trabajo, los objetivos son también dos, nos comenta Javier Soler, el otro director del Campus y doctor en Prehistoria. “Por una parte, insertar a todos los aficionados y a todas aquellas personas a las que les interese el pasado aborigen de una forma más activa en esa defensa del patrimonio. Y en segundo lugar, intentar paliar una de las grandes lacras que tiene la arqueología de La Palma, y que es el expolio”. Básicamente, la finalidad última del proyecto es acercar la arqueología a la ciudadanía y el Campus es una de sus fases para conseguirlo.

Esta no es la primera excavación que se lleva a cabo en el Barranco de Los Gomeros, en el año 2017, algunos de los participantes de este año estuvieron también en el equipo técnico el verano pasado, Francisco, Javier y Gema, doctora en Arqueología. Empezaron en la Cueva de Las Mejoras pero este año están ampliando la excavación a otras cuevas, como el Lomo de las Viñas I, en las que están encontrando restos arqueológicos muy interesantes y de gran valor para la cultura aborigen de la Isla.

Jorge Pais, jefe de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma, señala que sería muy importante para la etapa aborigen de la Isla que otros ayuntamientos sigan el ejemplo de Tijarafe, porque “las excavaciones arqueológicos es el principal método, científico y riguroso, que realmente aporta información sobre la forma de vida de los benahoraritas”.

Desde el Cabildo Insular de La Palma se realizan grandes esfuerzos en divulgar de otra forma como, por ejemplo, conferencias en el Museo Arqueológico Benahorarita, exposiciones, charlas en los institutos y colegios, así como visitas guiadas a los diferentes yacimientos arqueológicos. “Lo que está claro es que información y formación del alumnado juegan un papel fundamental en la defensa del Patrimonio Cultural Benahoarita. Al fin y al cabo son ellos los que en el futuro van a ser los responsables y se preocuparán por la protección y conservación de este legado patrimonial”, nos insiste.

Rutina del campo

Antes de que salga el sol, los alumnos del campus de arqueología de Tijarafe ya están en pie “en verano” comenta mientras se lleva las manos a la cabeza Julio, alumno de último curso del grado de Historia de La Universidad de La Laguna, pero merece la pena, o al menos eso es lo que nos da a entender.

Una de sus profesoras de la facultad mandó un correo para informar a los estudiantes sobre la actividad que se iba a llevar a cabo en La Palma y este no dudó en apuntarse. “Todavía no tengo del todo claro si quiero dedicarme a la arqueología, pero sí que lo estoy pensando. La verdad es que estoy más convencido ahora que antes de comenzar el campus”. Aún con dudas, para Julio es una experiencia muy buena porque está “aprendiendo un montón sobre arqueología de La Palma”.

En el caso de Elena, Francisco, el mismo director del Campus, fue quien se puso en contacto con ella para que solicitara participar en el campo de trabajo. Acaba de terminar segundo de bachillerato y se propone a estudiar lenguas modernas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Para ella la historia “es algo esencial para entender el mundo” y se pregunta por qué en su vida escolar nunca le hablaron del pasado aborigen de Canarias. Se preocupa por el expolio en los yacimientos arqueológicos, que achaca a la falta de educación e ignorancia que existe por parte de la población.

Es un equipo bastante variado, “la verdad es que nos ha tocado un buen grupo porque somos distintos pero nos llevamos todos super bien”, nos asegura Elena. Se trata de alumnos y aficionados tanto de las distintas islas de nuestro archipiélago como del territorio peninsular de entre 17 y 30 años.

En el campus aprenden metodología arqueológica, o sea, cómo se excava. El equipo técnico de 2017, junto con la nueva incorporación de Agnès, doctoranda en Arqueología, son quienes conforman el proceso y con los que los alumnos participan en el trabajo de campo. Una o dos veces a la semana tienen charlas con especialistas y expertos en la temática como que les explican el análisis de los materiales arqueológicos encontrados. En las clases teóricas han participado Amelia Rodríguez Rodríguez, catedrática de Prehistoria, Antonio Tejera Gaspar, catedrático de Arqueología y el ya mencionado anteriormente Felipe Jorge Pais, entre otros.

En este sentido, “junto a la metodología de la excavación, les enseñamos a los participantes como comportarse en esos yacimientos, qué rutina tener cuando encuentran un yacimiento inédito. Más o menos intentar insertarlos dentro de una mejor conservación y protección de los yacimientos arqueológicos”, concluye Javier Soler.

“Me encantaría volver”, nos asegura Julio, quien dirige una mirada de complicidad a Javier. “Pero no se puede repetir porque hay que darle la oportunidad a otra persona”, le responde el director.

La intención es hacer un campus cada año porque “este entorno tiene un número suficiente de cuevas como para pegarnos aquí unas cuentas décadas” dice orgulloso Javier Soler, ya que se intervendrían otras cuevas del barranco en función de lo que se encuentre en las que ya se tienen excavadas. Y así, el conocimiento arqueológico llegará al mayor número de personas.

Parque arqueológico

La fase final del proyecto culminaría con el parque arqueológico en el Barranco de Los Gomeros.

Su intención es ofrecer una alternativa al tipo de parques arqueológicos que encontramos normalmente en la Isla, ya que “este no va a ser otro yacimiento que va a ser visitable, esto va a ser todo un territorio-paisaje global”, nos asegura Javier Soler.

Como el barranco tiene un acceso adecuado a las distintas cuevas, pretenden crear una ruta “para  mostrar el modo de vida benahoarita, de muerte, de consumo, de trabajo, de explotación del medio, etc.”, nos confirma Francisco.

Ambos directores consideran que esta zona cuenta con una riqueza excepcional para mostrar la vida de los aborígenes palmeros. Además, será complementario a los parques arqueológicos de El Tendal (San Andrés y Sauces), Belmaco (Villa de Mazo) y La Zarza (Garafía).