La acumulación de piroclastos ha generado un nuevo cono en el volcán de La Palma que emite lava sin ocupar más territorio, pues discurre al norte y al centro de las coladas más antiguas, mientras se vigila con preocupación el frente de magma situado a 800 metros de La Laguna.
La actividad eruptiva en Cumbre Vieja continúa concentrándose principalmente en el flanco noreste del volcán, donde se ha formado un cono de piroclastos con actividad estromboliana y efusiva que emite coladas lávicas que no ocupan territorio nuevo, ha precisado hoy la portavoz científica del Plan de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), María José Blanco.
Anoche se produjeron pequeños desprendimientos en el interior del cráter de este cono que han aportado bloques posteriormente transportados por las coladas, ha continuado Blanco, quien ha indicado que en los focos emisores del cono principal la actividad hoy ha sido escasa e intermitente, con predominio de las fumarolas.
Por su parte el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha confirmado que tras los desprendimientos registrados ayer por la noche la energía lávica circula por el norte y el centro de las antiguas coladas, que aportan magma a los tubos lávicos y éstos a su vez, surten de material a los deltas o fajanas en el mar.
A las autoridades les sigue preocupando por tanto la colada situada más al norte, la denominada 12 por la UME (Unidad Militar de Emergencias), que está “desgajada” de las antiguas, al tiempo que siguen “muy de cerca y atentos a lo que pueda ocurrir” con el frente de la colada 8, ahora parada a 800 metros del centro de La Laguna y que pudiera avanzar en función del “empuje” que reciba del centro de emisión.
A juicio de Morcuende lo más importante registrado en la jornada de ayer fue la alta emisión de gases en las zonas evacuadas al sur, lo que impidió el acceso a los ciudadanos para realizar labores de limpieza de cenizas, pero durante la noche estos valores perdieron intensidad y esta mañana se ha autorizado la entrada a estas áreas.
Y para María José Blanco el fenómeno más llamativo en las últimas horas dentro de este proceso eruptivo ha sido el incremento de la sismicidad, sobre todo a profundidades intermedias, con más de 340 terremotos en las últimas horas, según el IGN, y el de mayor magnitud un sismo de 4,8 mgLg e intensidad IV localizado a 37 kilómetros.
El nivel del tremor se encuentra en valores medios con bruscos cambios de nivel y en cuanto a la deformación, hay estabilidad sin una tendencia definida en las estaciones más cercanas al centro eruptivo, y una ligera tendencia a la deflación en las más alejadas.
La emisión de dióxido de azufre asociada al penacho volcánico sigue en valores altos, entre las mil y las 29.999 toneladas diarias, si bien son cifras que reflejan una tendencia descendente desde el pasado 23 de septiembre, cuando se superaron las 50.000 toneladas.
La altura de la columna de gases y cenizas ha alcanzado hoy miércoles los 3.500 metros, y la nube de desarrollo de vapor ha llegado a los 5.200, según los científicos del Pevolca.
La influencia de los vientos alisios y la consiguiente dispersión de las cenizas hacia el sur-suroeste va a generar en principio un escenario favorable para la buena operatividad en el aeropuerto de La Palma, ha precisado también Miguel Ángel Morcuende.
En cuanto a la calidad del aire referente a la incidencia de dióxido de azufre, ayer martes no se superaron los valores límites horarios ni diarios en ninguna estación de la isla, y esta mañana los valores han sido buenos en todas ellas, pues se ha registrado una mejora general en estos indicadores.
Respecto a las partículas en suspensión inferiores a 10 micras, todos los índices se encuentran por debajo de los umbrales y la calidad del aire es buena en toda la isla, y razonablemente buena en La Grama y Los Llanos de Aridane.
La lava ha afectado desde el inicio de la erupción, hace 73 días, a un total de 1.134 hectáreas, y como consecuencia de la evacuación de sus domicilios siguen alojados en hoteles de Fuencaliente, Los Llanos de Aridane y Breña Baja un total de 533 personas, mientras que en centros sociosanitarios de la isla se alberga a 43 personas con dependencia.