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“La ‘Ley de Islas Verdes’ amenaza los viñedos del Norte de La Palma”

Puntagorda —
31 de enero de 2021 20:31 h

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Asegura que “no podo parras ni hago vino, por lo que no me considero viticultora ni bodeguera, aunque mi relación con el mundo del vino y la viticultura es bastante estrecha”. María Gómez Melini es licenciada en Biología por la Universidad de La Laguna (ULL), máster en Gestión de Espacios Naturales Protegidos, educadora ambiental y guía de turismo oficial de Canarias. Aclara que no está “al frente”, sino “a un lado” de la marca Vinos Viñarda de Puntagorda. “Mi compañero David es el propietario de la bodega, viticultor y enólogo. Yo compagino mi profesión con el proyecto ayudando en campo, en bodega, comunicación e imagen, etc., sin dejar de formarme y actualizarme a través de cursos y talleres de vitivinicultura. También formo parte del comité de cata de la Denominación de Origen La Palma”, explica en una entrevista con este digital. “No soy viticultora, soy bióloga y mi experiencia profesional ha estado ligada a proyectos dentro de la biología de la conservación en Canarias. Hace 13 años conocí a mi compañero cuando estaba empezando a sembrar las primeras parras de vijariego negro en Puntagorda, y juntos comenzamos a andar y dar forma a Viñarda. Colaboro en campo y en bodega, y el último paso ha sido formarme como guía de turismo pensando en ofertar en un futuro experiencias enoturísticas y punto de venta en bodega”, relata. María es miembro de la Mesa de la Mujer Rural y moderó la mesa sobre la mujer rural que se celebró en octubre de 2020 en Puntagorda dentro de las Jornadas de la Mujer organizadas por Karmala Cultura. “Del debate creado aquella tarde surgió el grupo y nos mantenemos en contacto para debatir sobre temática relacionada con el sector primario, medio ambiente, turismo y gestión territorial”, señala.  

Objetivos de la Mesa de la Mujer Rural. “Somos 10 profesionales vinculadas directa e indirectamente al sector primario: Alicia García, jefa de Extensión Agraria de la Comarca Noreste; Patricia Perdomo, viticultora, bodeguera de Bodegas Perdomo y presidenta de Asociación de Catadores El Almud; Onésima Pérez, viticultora y bodeguera de Bodega Onésima Pérez Rodríguez; Elena Castro, ingeniera forestal; Brenda Rodríguez, ganadera, propietaria de la Granja Los Tumbitos y presidenta de la Asociación de Criadores de Cabra de Raza Palmera; Beatriz Hernández, técnico de la Asociación de Criadores de Cabra de Raza Palmera; Luisa Castro, delineante del Ayuntamiento de Garafía, catadora oficial de queso de la DOQP y socia fundadora de la Asociación de Catadores El Almud; Paula Barreto, diplomada en Turismo y guía de turismo sectorial; y Carmen González, licenciada en Derecho, coordinadora de proyectos en ADER La Palma. Nuestro objetivo es crear debate entre nosotras sobre temas relacionados con el sector primario, medio ambiente, turismo y gestión del territorio. Nos enriquecemos y aprendemos las unas de las otras a través del conocimiento y experiencia de cada una. Así podemos dar respuesta, aportar ideas o soluciones a las preguntas que nos planteamos desde una perspectiva multidisciplinar y por tanto más amplia y cercana a la realidad en su conjunto”. 

Amenazas de los viñedos del Norte. “Los viñedos de Puntagorda, Garafía y Tijarafe son Paisajes Agrícolas de Especial Interés según art.86 del Plan Insular de Ordenación de La Palma, una figura cuya finalidad es la conservación de sus cultivos y sus valores paisajísticos que a menudo contienen elementos patrimoniales o etnográficos de interés. Por otro lado, son suelos rústicos de protección paisajística y/o agraria según la Ley del Suelo de Canarias (Ley 4/2017 de 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias). Son zonas de cultivo situadas entre los 1.000 y 1.500 metros de altitud en el noroeste de La Palma, con un elevado valor etnográfico, histórico y cultural, además de ser el motor económico de muchas familias de la zona. También es el principal productor de uva de la Isla para la elaboración de vinos bajo la DO de Vinos de La Palma y contiene una riqueza de variedades locales única en el mundo. Además de irregularidades que consideramos que se están cometiendo sobre la normativa legal vigente, su principal amenaza es la Ley 14/2019, de 25 de abril, de ordenación de la actividad turística en las islas de El Hierro, La Gomera y La Palma, conocida como Ley de Islas Verdes que prima ante la Ley del Suelo de Canarias, porque los desprotege ante actividades no vinculadas al sector primario. Estas actividades carecen de instrumentos de ordenación que las limiten, poniendo en riesgo el uso sostenible de los recursos naturales, escasos ya de por sí para el sector, y desplazando así la actividad agraria en el propio suelo rústico”. 

Normativa contradictoria. “La Ley de Isla Verdes es contradictoria porque mientras su primer fin es la sostenibilidad ambiental a través de la consecución de un modelo territorial basado en el uso racional y duradero de los recursos naturales (art. 2a) y la consolidación de un sistema económico con capacidad de desarrollo endógeno que permita una distribución más equitativa de la riqueza y la preservación de las características sociales y económicas insulares (art. 2d), al mismo tiempo prohíbe que los instrumentos de ordenación, de cualquier clase, establezcan limitaciones, absolutas o relativas, sobre el número global o zonas de plazas alojativas, ni de ritmos de implantación, ni imponer distancias mínimas entre los mismos, ni excluir o exigir modalidades, tipologías o características turísticas para los establecimientos (art. 13.1)”.

Demanda a las administraciones. “Solicitamos que se realice un seguimiento del cumplimiento de la normativa vigente y de los condicionantes impuestos en las correspondientes licencias, que se realicen limitaciones zonales al uso turístico como permite la normativa vigente dentro del Plan Insular de Ordenación de La Palma, y se propongan y declaren los viñedos de Puntagorda, Garafía y Tijarafe Parque Agrario. 

Declaración de Parque Agrario. “La declaración de Parque Agrario de los viñedos de Garafía, Puntagorda y Tijarafe supondría un gran avance en el diseño e implementación de políticas públicas para la construcción de estrategias territoriales que promuevan el desarrollo local y la generación de empleo compatibles con las características específicas de nuestro entorno. Se vería fortalecido y modernizado el tejido agrícola local desde un enfoque agroecológico, además de fomentar el consumo de alimentos de proximidad y recuperar y conservar el espacio agrícola. Sólo consolidando y protegiendo la actividad agrícola se podría mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona. Además de blindar estos espacios del crecimiento urbano, la zona sería un reclamo turístico que contribuiría también a la economía local. Creemos en un turismo rural sostenible que pueda disfrutar de nuestro paisaje y tradiciones, pero para que eso ocurra, las familias que mantenemos este paisaje y este producto local (que además el turista quiere consumir atraído por múltiples campañas de promoción), podamos desarrollar nuestros proyectos de vida con normalidad”.  

Consumo de producto local. “El buen hacer de los productores y productoras, las campañas de información y promoción de nuestros productos realizadas por diferentes entidades y administraciones públicas y el perfil del consumidor cada vez mejor informado y demandante de alimentos sanos y sostenibles, hacen posible que cada vez se consuma más producto local entre la población residente y la que nos visita. Pero también es cierto que la competencia con el producto traído de fuera es brutal, y debería regularse de otra manera. Todavía hay gente que piensa que la papa, el queso o el vino local es caro porque lo compara con productos similares a muy bajo precio, y que de proximidad, calidad y sostenibilidad tienen bastante poco. La producción en ecológico va más despacio. En mi opinión, no ha habido durante estos últimos años tanta promoción de la misma, y hay mucho productor y productora reacios a las certificaciones por los costes y el papeleo que conlleva. Creo que es el consumidor informado y consciente el que realmente promueve el producto ecológico principalmente”.